Certificado energético de la vivienda: qué es, cuánto cuesta y cómo obtenerlo
- Describe el piso que quieres vender
- Buscamos las mejores inmobiliarias
- Te contactarán sin compromiso
El certificado energético de una vivienda es un documento obligatorio para poder vender tu casa e indica cuánta energía consume el inmueble para funcionar en condiciones normales. Acredita, además, el nivel de eficiencia en el consumo.
La finalidad de la obtención del certificado energético es reducir al mínimo el consumo en los hogares. Con esto se busca lograr dos objetivos: reducir el importe de las facturas de luz en el domicilio y minimizar el impacto ambiental del uso desmedido de la electricidad.
Sí, el certificado energético es obligatorio para poder vender un piso en toda España y debes presentarlo en la notaría para finalizar la venta. De lo contrario, el notario puede negarse a proceder con la operación. Además, es obligatorio añadir la etiqueta de calificación energética en los anuncios de venta en los portales inmobiliarios. Si no lo haces, puedes recibir una multa de la Administración.
Ten en cuenta. El certificado energético vence cada diez años, o cada cinco si tienes una calificación tipo G. Si el documento está vigente, no tienes que tramitarlo nuevamente para vender tu piso.
Para conseguir el certificado energético de tu vivienda debes seguir una serie de pasos:
Contratar los servicios de un certificador energético. Lo puedes hacer en la web o través de los listados que hay disponibles en los Colegios de Profesionales. Si estás vendiendo con una agencia inmobiliaria, es probable que esta se encargue de buscar y contratar al técnico.
El técnico debe visitar la casa para elaborar el certificado. En la inspección, el profesional evaluará las condiciones energéticas de la vivienda y hará el informe respectivo. Este documento incluirá el nivel de consumo energético de la casa y las mejoras que se pueden hacer para optimizarlo.
El técnico (o tú si quieres) deberá registrar el documento ante el organismo competente de tu localidad. Así obtendrá la etiqueta energética, que es un resumen visual del certificado.
Recuerda. Las agencias online no suelen incluir el certificado energético en sus tarifas, pero sí pueden tramitarlo por un coste adicional. Consulta las condiciones antes de contratar una agencia inmobiliaria.
Teniendo en cuenta que lo que se busca con este documento es señalar cuánta energía consume el inmueble, el certificador revisará aspectos tales como:
Aislamiento térmico de la vivienda (ventanas y toldos en caso de que los tenga).
Estado de las fachadas y suelos, donde se evalúa los cerramientos del inmueble con el exterior.
Estado de las instalaciones de agua y refrigeración
El certificador apuntará, también, posibles cambios con los que mejorar la calificación energética de la vivienda. Ten en cuenta que si tu casa es muy eficiente logrará un A, mientras que una mala eficiencia le otorgaría una G. La mayoría de las viviendas en España tienen todavía calificación del tipo F.
El precio medio de un certificado energético en España ronda los 60 euros. Sin embargo, el coste varía en función del inspector que contrates y las características propias de tu vivienda: ubicación geográfica, tipo de inmueble y metros cuadrados, entre otras cosas.
Además, en algunas comunidades autónomas tendrás que pagar unas tasas administrativas al momento de registrar el certificado. En Cataluña, por ejemplo, estas ascienden a 12,05 euros; en la Comunidad Valenciana a 10 euros y en Madrid no existen tasas relacionadas con este trámite.
Descubre el resto de gastos que tendrás que asumir al vender tu vivienda
Un certificado energético tiene una validez de 10 años para calificaciones de la A a la F, y de cinco años para calificaciones de tipo G. Si lo tienes y no ha caducado, no hace falta renovarlo para vender, salvo que hayas llevado a cabo una gran reforma.
El certificado energético es obligatorio para vender un piso. Si no lo tienes, corres el riesgo de que el notario no te permita firmar la escritura compraventa.
A su vez, existen penalizaciones económicas para los casos de incumplimiento de la reglamentación sobre el certificado energético. Por ejemplo, publicitar el inmueble sin añadir la etiqueta energética se considera una infracción leve y se salda con unos 300 euros. Sin embargo, recurrir a una falsificación del certificado energético pasa a considerarse infracción grave y la multa puede alcanzar los 6.000 euros.
Si, tras la revisión, la conclusión del inspector es que tu casa carece de una buena calificación, puedes aplicar algunas medidas para mejorarla. El propio examinador te dará una lista de los cambios que puedes hacer. Así y todo, en HelpMyCash te damos otros consejos que pueden ayudarte:
Bombillas para ahorrar: la actualización más rápida y económica es la de renovar las bombillas de la vivienda. Si bien es cierto que desde hace años utilizamos las que se conocen como "de bajo consumo", las LED son una opción bastante mejor. |
|
Cambiar las ventanas: si nunca has cambiado las ventanas y tu piso es relativamente viejo, es posible que tengas cristales simples o que ya no sellen bien las juntas. Por este motivo, renovarlas puede ser una muy buena inversión. Las nuevas ventanas cuentan con doble acristalamiento, lo que evita que entre el calor y aísla mejor el ruido. | |
Renovar las puertas: estas son otro punto de filtración de frío y calor. Si están en mal estado, pueden aumentar el consumo de calefacción o de aires acondicionados, por eso cambiarlas puede ser una buena opción. Si no quieres cambiarlas, la otra opción es utilizar burletes para aislar mejor las habitaciones. |
|
Suelos y paredes: es la mayor reforma de todas, pero es importante controlar que el aislamiento sigue cumpliendo su función. Esto lo notarás sobre todo en los garajes y buhardillas. |
Aunque los compradores de viviendas pueden tener en cuenta la calificación energética de la casa, esta no constituye uno de los criterios más importantes a la hora de elegir, como sí lo son el precio o la ubicación de la vivienda.
En efecto, la mayoría de las propiedades en España tienen una calificación del tipo F. Solo aquellas que han sido diseñadas con criterios bioclimáticos y que cuentan con instalaciones de alta eficiencia o de energías renovables pueden alcanzar la calificación tipo A o B.
Por tanto, sí vale la pena hacer pequeñas mejoras, como cambiar las bombillas o reparar las puertas y ventanas si estas no cierran bien. Pero no es conveniente invertir demasiado dinero para mejorar la eficiencia energética si sabes de antemano que no alcanzarás las calificaciones más altas.