Según un estudio de Qualis Credit Risk, los españoles necesitan de media contar con ahorros de 43.900 euros para acceder a una hipoteca en España. Este importe equivale al 27% del precio medio de una vivienda de segunda mano de 80 m², según los datos del Ministerio de Vivienda para el primer trimestre de 2025 y el Instituto Nacional de Estadística (INE). En las provincias con mayor coste por metro cuadrado, como Baleares, Madrid o Barcelona, es necesario acumular más de 70.000 euros para reunir la entrada mínima y acceder a un préstamo hipotecario.
La falta de ahorro para comprar vivienda dispara el alquiler
Jaime Marín, director de Qualis Credit Risk España y Portugal, subraya que “este desembolso inicial se ha convertido en una barrera de entrada significativa al mercado hipotecario. Hay miles de potenciales compradores que, si bien tienen capacidad para asumir cuotas, carecen de los ahorros necesarios para afrontar la entrada”.
Esto ha provocado que la demanda de alquiler de vivienda se haya disparado. En apenas dos dos años el precio de la renta ha suido un 24%, mientras que la oferta ha caído un 17% y la demanda ha subido un 79%. El Banco de España apunta que el 40% de hogares en alquiler dedica más del 40% de su renta al pago de la vivienda, muy por encima del umbral recomendado.
Aunque los bancos financian hasta el 80% del valor de la vivienda (o de tasación, pero siempre el menor de los dos), los gastos de compraventa (impuestos, notaría, gestoría) añaden otro 15% aproximado, incrementando el ahorro necesario y haciendo casi imposible el acceso a una hipoteca a quienes no hayan podido ahorrar suficiente.
Sin ahorros suficientes, no todo está perdido
Si aún no dispones de los fondos para afrontar la entrada, no todo está perdido, ya que como recuerdan los expertos de HelpMyCash existen soluciones que abren la puerta a la vivienda sin esperar a acumular esas cantidades:
Hipotecas 100 % financiación
Algunas entidades permiten financiar hasta el 100% del valor de la vivienda, eliminando la necesidad de un ahorro previo estricto. En estos casos, el banco suele aplicar un tipo de interés ligeramente superior o exigir vinculaciones adicionales (nómina, seguros de hogar y vida), pero te permite firmar la hipoteca sin ese 20% de “entrada” en el bolsillo. Para acceder a este tipo de hipotecas es necesario tener un buen perfil financiero, ser funcionario, tener menos de 35 años o contar con la ayuda de un bróker hipotecario.
Avales públicos y ayudas para jóvenes
Por otra parte, las administraciones autonómicas y estatales han lanzado líneas de avales que cubren ese tramo del 20% que los bancos no financian. Además, existen programas de subvenciones y deducciones fiscales específicos para menores de 35 años o familias con hijos. Para poder acceder a estas ayudas es necesario cumplir unas condiciones, como unos ingresos máximos determinados o que el precio de la vivienda no supere un importe concreto.
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