El síndrome FOMO (siglas de fear of missing out, temor a perderse algo) es un fenómeno que describe la ansiedad que se siente por perder la oportunidad de vivir experiencias que otras personas sí están experimentando. Suele asociarse al uso de las redes sociales, pero de un tiempo a esta parte, el mercado inmobiliario parece haber sucumbido a esta patología psicológica.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la compra de viviendas aumentó un 20,1% anual entre enero y mayo de 2025. En parte, este crecimiento se explica por el descenso del interés de las hipotecas, producido por los últimos recortes de tipos del Banco Central Europeo. Pero la subida del precio de las casas y de los pisos también ha incentivado la demanda: muchos compradores sienten que si no consiguen ya su nuevo hogar, les resultará muy caro adquirirlo más adelante.

Ahora bien, las prisas no suelen ser buenas consejeras en ningún ámbito; tampoco en el inmobiliario. Desde el comparador financiero HelpMyCash.com alertan de que no pocos adquirentes pueden cometer el error de comprar una vivienda por un precio demasiado alto o con unas características que no se ajustan bien a su perfil. Y para evitarlo, sus analistas han elaborado una pequeña guía práctica que consta de tres sencillos pasos.

Calcula qué casa te puedes permitir

El estallido de la burbuja inmobiliaria nos enseñó que no hay que comprar una vivienda a cualquier precio; especialmente si no se tienen los recursos suficientes para financiar la operación. Por ello, según los analistas de HelpMyCash, lo primero que debe hacer una persona interesada en convertirse en propietaria es valorar qué casa o qué piso puede adquirir con su sueldo.

El riesgo de endeudarse más de la cuenta se dispara cuando se dedica más del 30% de los ingresos percibidos mensualmente al pago de las cuotas de los créditos que se tienen vigentes: la hipoteca, el préstamo del coche, tarjetas de crédito… Al buscar una vivienda, hay que asegurarse de no superar ese porcentaje con las mensualidades del préstamo hipotecario que se contrate para financiar su compra.

Para ahorrar tiempo, el comparador financiero dispone de un simulador de precio máximo de una vivienda que permite calcular qué casa o qué piso puede comprar un usuario en función de sus ingresos y sus deudas vigentes. Así, el potencial comprador tendrá claro qué tipo de inmueble debe buscar para que la adquisición no le genere más problemas económicos de la cuenta.

¡Visita siempre la vivienda!

El segundo consejo de HelpMyCash parece una perogrullada, pero es más necesario de lo que parece: es imprescindible visitar la vivienda antes de comprarla. Según los analistas del comparador, dada la altísima demanda de casas y pisos existente en estos momentos, y a la escasa oferta de propiedades, empiezan a darse casos de personas que pagan la reserva de un inmueble sin haberlo visto de manera presencial; guiándose solo por los datos, fotos y vídeos que aparecen en las plataformas inmobiliarias.

El riesgo de reservar la vivienda sin visitarla es que se pueden pasar por alto detalles que no tienen por qué aparecer en las fotos o en los vídeos: desperfectos, falta de iluminación, molestias vecinales, etc. En caso de que el comprador detecte estos inconvenientes tras pagar las arras, y que se eche para atrás por considerar que no son aceptables, este perderá el dinero aportado, que suele ser un importe equivalente al 10% del precio del inmueble.

Elige la hipoteca con calma y sabiamente

Para terminar, desde el comparador recomiendan tomarse el tiempo necesario para elegir bien la hipoteca que se firmará para financiar la compra de la vivienda. Y para ello, es aconsejable pactar con el vendedor un período mínimo de entre dos y tres meses entre la firma de la reserva (mediante el contrato de arras) y la formalización de la compraventa.

Durante ese plazo, el adquirente podrá acudir a varios bancos y comparar con calma sus propuestas de financiación. Asimismo, tendrá el tiempo suficiente para negociar posibles mejoras en las hipotecas que le ofrezcan: intereses más bajos, menos comisiones o productos asociados. De este modo, podrá reducir el coste de su futuro préstamo hipotecario y, también, de lo que pague en total por la vivienda.