A veces, las operativas que permiten las tarjetas bancarias pueden llevar a confusión. Este es el caso de un duplicado de tarjeta y una tarjeta adicional. Un servicio y una ventaja, respectivamente, que a menudo se confunden entre ellas, pero que tienen características, costes y finalidades muy diferentes. Podrás solicitar ambas tanto con tarjetas de crédito, de débito o de prepago, pero sus utilidades son muy dispares. A continuación, te explicamos en qué consiste cada una, para qué sirve o qué comisiones puede tener para saber, si alguna vez lo necesitas, qué debes pedir a tu banco.

Qué es un duplicado de tarjeta, cuánto cuesta y cómo me afecta

Un duplicado de tarjeta consiste en pedir una copia de nuestra tarjeta bancaria actual. Así, el banco te enviará una réplica de tu plástico a tu domicilio como sustituto de la actual. Un duplicado servirá para sustituir tu tarjeta por una más nueva y se pide en los siguientes escenarios:

  • Pérdida
  • Robo
  • Fallo, deterioro, desgaste o defecto
  • Renovación por la caducidad: cada cinco años, generalmente

Al pedir un duplicado, los números de la tarjeta de crédito o de débito seguirán siendo los mismos, así como el nombre del titular. Sin embargo, el CVV y la fecha de caducidad variarán. Por tanto, deberás renovar los datos de la tarjeta que tengas guardados en diferentes medios de pago como tiendas online.

El coste de pedir un duplicado es, generalmente, el mismo que el de la comisión de mantenimiento de tu tarjeta. Es común que por pérdida o robo no te cobren la comisión, aunque el Banco de España no impone ningún límite al respecto, por lo que sí te podrían cobrar. Para saber cuánto te costaría hacer un duplicado, tendrás que revisar tu contrato o el libro de tarifas de tu banco.

Qué es una tarjeta adicional, cuánto cuesta y cómo me afecta

A su vez, una tarjeta adicional es una ventaja que dan muchos bancos (aunque no todos) por el que podrás pedir otra tarjeta más asociada a tu cuenta. Esto no implica que haya más titulares o autorizados en tu cuenta, si no que cuentas con otro plástico para dárselo a quien tú quieras.

Generalmente, se utiliza para conceder una extensión de tu cuenta a hijos o familiares para que puedan disponer del dinero que hay en la cuenta corriente. No obstante, debes proceder con precaución, ya que seguirá siendo tu cuenta con tu dinero y le estarás dando acceso a otra persona. Esta extensión suele ser permitir que el gasto de la misma sea ilimitado, aunque algunas entidades te dejan limitar el gasto a estas tarjetas adicionales.

Por otro lado, al tratarse de una tarjeta agregada para otra persona, los números de la tarjeta serán completamente diferentes a la tuya. Es decir, que el número del plástico, el nombre del titular (de quien la vaya a utilizar), el CVV o la fecha de caducidad serán diferentes.

Por último, debes saber que el coste de la tarjeta adicional suele ser un poco más caro que la comisión de renovación de tu tarjeta, aunque ciertos bancos (no muchos) lo ofrecen como una ventaja adicional sin coste.