#1
Ventajas
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#2
Ventajas
- Tarjeta de crédito y débito al mismo tiempo
- Saca dinero gratis en todo el mundo
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#3
Ventajas
- Pago aplazado desde el 16% TAE
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- Sin comisiones anuales ni condiciones
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#4
Ventajas
- El interés más competitivo: 13,75% TAE
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#5
Ventajas
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- Gratis siempre domiciliando la nómina
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Este listado ha sido elaborado por HelpMyCash.com. La información presentada ha sido investigada por el equipo editorial y, en algunas ocasiones, proporcionada por las propias entidades. Muchos o todos los productos que aparecen aquí son ofrecidos por nuestros socios comerciales. Esto puede influir en el lugar en el que aparece el producto en el listado, pero no influye en nuestra evaluación. Para ello, tenemos en cuenta diferentes criterios objetivos: comisiones, flexibilidad del producto, interés del crédito (TAE), ventajas y promociones. Nuestras valoraciones son propias. Actualizamos las ofertas y la información periódicamente. ¿Has encontrado algún error? Por favor, escríbenos un e-mail a atencion-al-cliente@helpmycash.com para que podamos corregirlo.
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¿Cómo funciona una tarjeta de crédito?
La tarjeta de crédito es un medio de pago y, al mismo tiempo, un método de financiación ligado a una línea de crédito que te permitirá hacer compras sin disponer de saldo en tu cuenta. Por ofrecerte este servicio, la entidad bancaria te cobrará un interés que se aplicará sobre las cuotas a devolver vinculadas al importe utilizado. El precio se sitúa de media en el 18% (octubre de 2022, según datos del Banco de España).
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El dinero que se gasta con la tarjeta de crédito no se descontará de la cuenta corriente inmediatamente, sino que el banco lo cobrará de golpe a final de mes o se devolverá en varias cuotas mensuales, según el método de devolución elegido
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Existen tres formas de usar el dinero de la línea de crédito:
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Fraccionando el pago de una compra. |
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Sacando dinero de un cajero automático. |
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Haciendo una transferencia a la cuenta corriente. |
En los tres casos, se está tomando dinero prestado que se tendrá que devolver. Se podrá reintegrar todo de golpe y en este caso, la operación será gratuita. También se puede devolver en varios meses en cuyo caso el banco cobrará un interés sobre el dinero que ha prestado.
Diferencias entre tarjetas de crédito, débito y prepago
La diferencia más evidente entre una tarjeta de crédito y una de débito es que con la primera se puede financiar los pagos y conseguir liquidez en aquellos momentos en los que no se dispone de dinero suficiente para afrontar un pago.
En cambio, con la tarjeta de débito el gasto se deduce de la cuenta corriente al momento. Si el importe de la compra es mayor al dinero que se tiene en la cuenta, el pago será rechazado.
A diferencia de las anteriores, la tarjeta prepago no está directamente relacionada con una cuenta corriente y no permite financiar compras. Para poder usarla, es necesario recargarla previamente. Por lo general se utiliza para hacer compras online o como alternativa para los menores de edad.
¿Qué operaciones puedo hacer con una tarjeta de crédito?
Las operaciones que pueden hacerse con una tarjeta de crédito son muy similares a las que se pueden realizar con una tarjeta de débito. Sin embargo, la tarjeta de crédito destaca porque ofrece la posibilidad de financiar compras y elegir modalidades de pago más flexibles.

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Financiar compras. La característica principal de la tarjeta de crédito es que las compras se pueden financiar. El dinero puede devolverse en varias mensualidades abonando el tipo de interés o la comisión pertinente.
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Pagar en comercios. El principal uso de las tarjetas de crédito es pagar compras en comercios físicos y virtuales.
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Traspasar dinero de la línea de crédito a la cuenta. Si se necesita liquidez en la cuenta, se podrá traspasar una parte o la totalidad del dinero disponible en la línea de crédito a la cuenta corriente. Esta operación acostumbra a conllevar el pago de una comisión de carácter porcentual que ronda entre el 3% y el 5%.
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Sacar dinero de cajeros automáticos. Con las tarjetas de crédito se puede sacar dinero de un cajero automático, aunque se tendrá que pagar por ello, incluso si el cajero es del banco emisor de la tarjeta.
- Con la tarjeta de crédito también se puede acceder al dinero de la cuenta corriente a través de un cajero de la entidad. Eligiendo la opción "Sacar dinero a débito" se accederá al dinero de la cuenta asociada a la tarjeta y no cobrará comisiones ni intereses, ya que será a débito.
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Otras operaciones: recargar el móvil o pagar recibos en cajeros, etc.
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Controlar los gastos: la mayoría de los bancos y de las financieras permiten controlar el dinero gastado con la tarjeta a través de Internet o de una app para el móvil.
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Modalidades de pago de las tarjetas de crédito
En función de la entidad, se ofrecerán más o menos modalidades de pago con tarjeta de crédito, pero estas son las modalidades más habituales para devolver el dinero gastado:
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Pago total a final de mes: se acumula el total del importe que se haya gastado durante el mes y se paga todo de golpe en una fecha determinada por contrato, —normalmente a final del mes en curso o a principios del mes entrante—. Su principal ventaja es que no devenga intereses.
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Pago fraccionado también conocido como pago revolving: se devuelve el saldo dispuesto en cuotas mensuales. En este caso, sí que se tendrán que pagar intereses que de media suelen ser del 20%. Una tarjeta de crédito suele tener tres formas de pago aplazado distintas:
Devolución del dinero en una serie de meses.
Pagar una cuota fija cada mes.
Abonar un tanto por ciento fijo sobre el saldo pendiente.
Para variar la modalidad de pago de la tarjeta o activar una en concreto para una compra específica, solo se tiene que llamar por teléfono a la entidad o cambiarla desde la propia banca online.
En el siguiente vídeo, nuestra experta financiera te cuenta en menos de un minuto cómo puedes ahorrar en intereses al pagar con una tarjeta de crédito:
¿Qué hay que tener en cuenta antes de contratar una tarjeta de crédito?
Antes de contratar una tarjeta de crédito se deben evaluar ciertos aspectos que marcarán la diferencia entre tener un buen producto o un plástico que te perjudica y, sobre todo, entre tener una tarjeta barata o una muy cara.
Estos son los puntos en los que fijarse antes de contratar una tarjeta:
Cuotas anuales |
Existen muchas tarjetas de crédito gratuitas que no requieren el pago de cuotas. Estas son ideales porque pueden llegar a ahorrarte varias decenas de euros al año por contratarlas. Revisa los requisitos que pueda imponer la entidad para eliminar estas comisiones como vinculación o un uso mínimo.
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Tipo de interés |
Si tienes la intención de pagar compras a plazos o financiarlos de alguna manera, es importante que tomes en cuenta cuánto pagarás en total, cuánto tiempo tardarás en reembolsar la compra y cuánto pagarás cada mes. No tener claro cómo funciona y cuánto cuesta el cobro aplazado puede repercutir negativamente en tu economía.
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Modalidades de pago |
La mayoría de las tarjetas de crédito ofrecen varias modalidades de pago y difieren en las condiciones que aplica el banco o la financiera en cada caso. Antes de contratar la tarjeta debemos fijarnos en cuáles son las opciones permitidas para elegir la que mejor se adapte a nuestro perfil.
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Desde HelpMyCash.com recomendamos siempre tener la tarjeta de crédito con el pago total a fin de mes sin intereses —asegúrate que tienes esta modalidad—. En algunas ocasiones viene predeterminado el modo revolving.
Seguros incluidos |
Por ley todos los plásticos, ya sean tarjetas de débito, de prepago o de crédito deben tener un seguro antirrobo y antifraude. Además, las de crédito también suelen incluir seguros de asistencia en el extranjero, de accidentes o de viaje como una ventaja adicional. |
Límite de financiación |
Determina cuánto se puede gastar con la línea de crédito. Estos límites suelen rondar entre los 600 euros para perfiles normales hasta los 10.000 euros para los perfiles más exclusivos. |
Descuentos y promociones |
Pueden ser en forma de devolución de compras, programas de puntos, regalos... Es común que las tarjetas de crédito ofrezcan este tipo de ventajas a sus clientes |
Cuáles son las comisiones por tener una tarjeta de crédito
Los costes asociados a las tarjetas de crédito dependerán de cada banco o financiera. En cualquier caso, se debe ser consciente de que algunas operaciones siempre implicarán un gasto extra. A continuación, una lista con las comisiones y los gastos más habituales asociados a este medio de pago:
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Cuota de emisión: es el precio que pagan los clientes por la solicitud de las tarjetas. A pesar de que la cuota puede llegar a ser de varias decenas de euros, en función de las prestaciones de la tarjeta, es fácil de evitar, ya que son muchas las compañías que ofrecen tarjetas de crédito gratis.
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Cuota de mantenimiento: es la tarifa que pagan los titulares por disfrutar de la tarjeta. El coste dependerá de la entidad, pero puede ser de varias decenas de euros al año. En cualquier caso, al igual que la comisión de emisión, es posible esquivarla acudiendo a un banco que no aplique estos cargos o asumiendo cierta vinculación con la entidad.
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Comisión por reintegros en cajeros: todas las entidades cobran una comisión por sacar dinero a crédito en un cajero automático (si el cajero es extranjero, el coste es mayor), aunque la operación se realice en uno de los terminales del propio banco.
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Por lo general, la comisión suele aplicarse en forma de porcentaje (puede ser superior al 3%) sobre el importe retirado con un mínimo que puede ser de 3 o 4 euros. Además, si se saca dinero a crédito desde un cajero de otra entidad, se tendrá que abonar una comisión extra por utilizar un cajero externo.
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Comisión por cambio de divisa: es el coste que cobra el banco al realizar una compra o sacar dinero de un cajero en una divisa distinta al euro.
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Comisión por transferir dinero de la línea de crédito a la cuenta corriente: si se necesita liquidez y se transfiere dinero de la línea de crédito a la cuenta corriente, se tendra que pagar una comisión.
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Tipo de interés por aplazar el pago de una compra: es el precio por usar la línea de crédito. Los intereses se suman al dinero que se debe devolver y se abonan en cada mensualidad. Se cobran cuando se aplaza una compra, se saca dinero de un cajero o se transfiere dinero de la línea de crédito a la cuenta asociada.
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Comisión por reclamación de posiciones deudoras: si te atrasas en el pago de los recibos de la tarjeta de crédito, lo más seguro es el que el emisor aplique una comisión por reclamación de posiciones deudoras, es decir, por la gestión que le supone la reclamación de la deuda. Este cargo puede ser de 30 o 35 euros, por lo que es mejor evitarlo. Además, puede que aplique otra comisión por el propio descubierto.
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Coste de la cuenta corriente asociada: esta comisión no está directamente asociada a la tarjeta de crédito, pero como es obligatorio tener una cuenta corriente en la que domiciliar los recibos de la tarjeta de crédito, es importante tenerla en cuenta.
Cada banco aplica las comisiones que considera oportunas. Asimismo, muchas de estas comisiones están relacionadas con operaciones concretas, por lo que solo se tendrán que abonar si se lleva a cabo dicha operativa.
¿Qué cubre el seguros de las tarjetas de crédito?
Las tarjetas de crédito que se comercializan hoy en día en España incluyen seguros gratuitos. Dependiendo de la oferta de cada entidad y de las condiciones de la compañía aseguradora asociada, las coberturas pueden variar. En general, las tarjetas de crédito suelen incluir los siguientes seguros:
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Seguro de accidentes en el extranjero. Suele asegurar tanto al titular como a los acompañantes que hayan comprado sus billetes de transporte con dicha tarjeta.
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Seguro de asistencia en el extranjero. Esta póliza suele cubrir contingencias como la pérdida o el retraso del equipaje, gastos médicos en el extranjero, pérdida o cancelación de un vuelo, etc.
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Seguro de protección de compras. Protección ante inconvenientes relacionados con las compras realizadas con la tarjeta como, por ejemplo, que te llegue un producto que no es el que has solicitado.
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Seguro de robo o pérdida. Es el seguro más común en todas las tarjetas de crédito. Cubrirá cualquier mal uso de la tarjeta en las últimas 72 horas una vez notificada su pérdida o sustracción a la entidad.
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Seguro antifraude. Este seguro te cubrirá de cualquier clonación. Normalmente se incluye en el seguro de robo.
Estos seguros son gratuitos y se activan en el momento en el que se utilizan las tarjetas. Por ejemplo, si pagas un billete de avión de ida y vuelta, disfrutarás de las coberturas de los seguros de accidente y asistencia en el extranjero.
Requisitos para tener una tarjeta de crédito
Si quieres saber cómo solicitar una tarjeta de crédito es importante que tengas en cuenta que, al ser un método de financiación, el banco asume un riesgo al concederlas y es por esto que los requisitos son mayores que al abrir una cuenta.
Por lo general, se tendrán que cumplir los siguientes:
Tener ingresos estables |
Así, la entidad se asegura de que tienes un capital que te permitirá pagar el dinero que utilicemos a través de la tarjeta. |
Ser mayor de edad |
Al tratarse de un producto de financiación, debes ser mayor de 18 años para poder contratarla. |
Vincularla a una cuenta |
Lo más común es que exijan la vinculación a una cuenta en el banco, aunque existen tarjetas que se pueden vincular a una cuenta en otro banco.
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Tener buen historial crediticio |
Uno de los requisitos más importantes al momento de solicitar una tarjeta de crédito es no figurar en ningún fichero de morosos.
Si este es tu caso, te recomendamos saber más sobre las alternativas que existen actualmente para contratar una tarjeta de crédito con asnef.
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Para solicitar una, además de firmar el contrato, se tendrán que presentar varios documentos como las últimas nóminas, una copia del DNI, etc.
Ventajas y desventajas de las tarjetas de crédito
Como cualquier otro medio de pago, las tarjetas de crédito tienen ventajas y desventajas:
Ventajas
Financiar compras y conseguir liquidez. Al estar vinculada a una línea de crédito, este tipo de tarjetas pueden ser útil siempre que se quiera financiar alguna compra.
Sustituyen al efectivo. Al igual que otras tarjetas son medios de pago que pueden ser utilizados en lugar del dinero en efectivo.
Admiten varias modalidades de pago. Con estos plásticos se puede pagar a fin de mes, en cuotas acordadas a partir de un importe, porcentaje o tiempo. Son flexibles y se puede cambiar fácilmente.
Seguros gratuitos. Para viajes, compras en internet o de vida, varios son los seguros asociados a las tarjetas de crédito.
Descuentos en compras. Con el fin de atraer nuevos clientes, muchas tarjetas de crédito ofrecen descuentos o devoluciones en compras.
Tarjetas de crédito gratis. Cada vez más entidades ofrecen tarjetas de crédito sin tener que pagar comisiones por ellas.
Desventajas
Interés alto. Estos plásticos suelen tener un interés superior al de los préstamos personales.
Mayor riesgo de sobreendeudamiento. Si no se utiliza bien, este tipo de plásticos puede provocar problemas de sobreendeudamiento.
Sacar dinero a crédito suele ser caro. Algunas entidades cobran comisiones adicionales al interés, por lo que utilizar estos productos en los cajeros suele ser costoso.
Para solicitarlas es necesario disponer de ingresos: Contratar tarjetas de crédito gratis sin nómina.
7 errores que debemos evitar al pagar con una tarjeta de crédito
A pesar de la amplia aceptación que tienen estas tarjetas hoy en día, todavía muchos clientes acaban cometiendo los mismos errores. A continuación, presentamos una lista con siete fallos que no deberíamos cometer con nuestra tarjeta de crédito:
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Pagar los gastos del día a día a crédito. Debemos evitar financiar los gastos cotidianos como la compra del supermercado, los recibos del hogar o la cuota de la hipoteca, ya que las posibilidades de sobreendeudarse son muchas. Un ejemplo: si pagamos la compra mensual del supermercado a crédito, el mes siguiente no solo tendremos que volver a acudir al súper, sino que, además, tendremos que pagar los intereses de la compra del mes anterior más el saldo dispuesto. En lugar de pagar a crédito, podemos abonar los gastos del día a día con una tarjeta de débito o con una tarjeta de crédito con pago a fin de mes sin intereses.
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Devolver una cuota muy reducida cada mes. Si devolvemos una cantidad muy baja cada mes, tardaremos mucho tiempo en liquidar la deuda y los intereses podrían dispararse. Lo ideal es intentar devolver el dinero en el menor tiempo posible para que la deuda sea más barata. De hecho, si pagamos muy poco cada mes, la deuda no solo podría alargarse indefinidamente, sino que podría aumentar si la cuota mensual no cubre, ni siquiera, los intereses de cada mes.
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No cambiar el pago predeterminado. Antes de usar una tarjeta de crédito nueva, debemos comprobar qué modalidad de pago está activada y cambiarla según nuestras necesidades. Algunas entidades emiten sus tarjetas con el pago aplazado por defecto, lo que implica que todas las compras que abonemos generarán intereses.
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No tener dinero suficiente en la cuenta. Debemos preguntarle al emisor de la tarjeta qué día de cada mes cobrará el recibo y asegurarnos de que en esa fecha la cuenta tiene saldo suficiente, ya que en caso contrario el recibo no se podrá abonar y nos aplicarán comisiones por el impago.
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No aprovechar los descuentos de las tarjetas. Algunos plásticos permiten disfrutar de descuentos en supermercados, tiendas de ropa, hoteles, restaurantes, etc. Estas ventajas nos pueden hacer ahorrar una cantidad significativa de dinero cada vez que pasamos la tarjeta por un datáfono. Eso sí, lo ideal es que las bonificaciones se apliquen usando la tarjeta de crédito con pago a fin de mes sin intereses. En caso contrario, no debemos gastar únicamente para obtener recompensas, ya que lo más probable es que los intereses sean más altos que los descuentos.
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Pasar por alto los seguros. Muchas tarjetas de crédito incorporan interesantes seguros, principalmente de protección de compras y de accidentes en viajes. Estas pólizas pueden sernos muy útiles, por lo que conviene analizarlas y saber cómo recurrir a ellas en caso de necesidad.
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Sacar dinero a crédito. Retirar efectivo de un cajero a crédito implica el pago de una comisión, así que lo recomendable es efectuar los reintegros a débito. Asimismo, hacer una transferencia de la tarjeta a la cuenta suele conllevar también el pago de una comisión, así que no debemos abusar de este sistema de financiación. Además, si necesitamos liquidez, vale la pena revisar si no podemos acceder a otros productos de financiación más baratos como un préstamo preconcedido.
Preguntas frecuentes sobre tarjetas de crédito
Vinculadas a una línea de crédito que nos concede el banco, las tarjetas de crédito nos permitirá financiar las compras para pagar más adelante. Asimismo, podremos realizar compras y pagarlas en cuotas mensuales, aprovechar los descuentos que ofrecen y disfrutar de los seguros que incluye, entre otras cosas.
1. La tarjeta de crédito es una herramienta financiera que se debe usar con criterio
Una tarjeta de crédito permite pedir dinero prestado para realizar compras. El banco te otorgará un límite de crédito, que es la cantidad máxima que te permitirá gastar con tu tarjeta. Si pagas el saldo completo todos los meses, en un principio, no tendrás costos por el uso de la tarjeta. Pero si dejas un saldo pendiente de un mes a otro, entonces tendrás que pagar intereses.
2. Ten los gastos bajo control
Asegúrate de no gastar más de lo que puedes pagar. Una regla general para establecer una salud financiera sana es no gastar más del 30 por ciento de tu límite de crédito.
3. Paga a tiempo
Si no pagas a tiempo, aunque sea solo una vez, tendrás que pagar intereses. Si dejas una parte del saldo al mes siguiente, te verás obligado a abonar intereses sobre ese saldo acumulado y además los intereses comenzarán a acumularse por las nuevas compras. Por lo que al final el valor de la compra resultará ser más elevado.
4. Revisa tu cuenta
Realiza un seguimiento frecuente a tu estado de cuenta. La mayoría de los bancos ofrece el servicio de banca en línea y aplicaciones móviles que te permiten tener a mano tus movimientos. Controla tus gastos para no pasarte y mantener una salud financiera sana.
Desde 2020 mucha entidades han comenzado a ofrecer tarjetas de crédito incluidas con las cuentas nómina y sin cobrar la tarjeta de crédito, pero sí por la tarjeta de débito.
No obstante, si sabemos utilizar de manera responsable la tarjeta de crédito y la configuramos a nuestro gusto, podemos utilizarla casi como si fuese una tarjeta de débito.
- Elige el pago a fin de mes sin intereses. Especialmente si es tu tarjeta principal con la que compras en tu día a día. Es muy importante que no fracciones tus compras habituales. Con esta opción de pago, todas las compras que hagas se cargarán a tu cuenta al final del periodo de facturación.
- Algunas tarjetas de crédito como las de CaixaBank permiten pagar con la tarjeta de crédito y las compras se cargarán a nuestra cuenta dos días después sin intereses.
- Puedes sacar dinero a débito con tu tarjeta de crédito. Al meter tu tarjeta de crédito en el cajero de tu banco, te darán la opción de "Sacar dinero de la cuenta corriente" en vez de la línea de crédito. Eligiendo esta opción el efectivo que retires será de tu cuenta corriente y esta operación no tendrá comisiones.
Como vemos, utilizando bien las tarjetas de crédito que nos ofrece nuestro banco podremos seguir usándolas como si fuesen de débito y sin gastar en comisiones o intereses cobrados de más.
Las tarjetas de crédito tienen un límite con una cantidad máxima a la que podremos acceder de acuerdo con nuestro perfil. A medida que gastamos, este límite se irá reduciendo y, a medida que vamos devolviendo mes a mes el importe de las compras realizadas, el límite volverá a subir.
Para saber cuánto hemos gastado, cuándo nos queda por pagar o cuánto pagaremos cada mes, podremos consultarlo en la aplicación de nuestro banco bajo la sección "Tarjetas", seleccionando la tarjeta de la que nos interesa ver el extracto.
En esta sección encontraremos los gastos realizados, el límite de crédito disponible, cuánto nos queda por devolver y la mensualidad a pagar.
Desde el 2 de enero de 2021 entró en vigor una nueva normativa por la que los bancos deberán realizar una simulación de cuánto pagaremos cada mes y en total según la compra que realicemos, lo que nos permitirá obtener la información de manera más clara.
Bancos: las tarjetas de crédito las comercializan los bancos y las financieras y hay decenas entre las que escoger. Hoy en día es posible contratar tarjetas de crédito online sin papeleos.
Proveedores: también pueden contratarse en los propios proveedores de tarjetas, aunque en España solo la tarjeta American Express puede contratarse directamente a través del proveedor, Amex en este caso.
Comercios: muchas tiendas y grandes almacenes tienen acuerdos con diferentes financieras para ofrecer tarjetas de crédito adaptadas a cada tienda (Ikea, El Corte Inglés, Carrefour,...).
Las razones por las que una solicitud para conseguir una tarjeta de crédito acaba denegada son muchas y dependerán de los criterios de concesión de cada entidad; criterios que, por otra parte, el consumidor no conoce en su totalidad. A pesar de que a veces resulta difícil saber por qué nuestra solicitud ha acabado en papel mojado, podemos buscar varias causas:
Nuestra edad está por debajo o por encima de la edad mínima y máxima establecida por el emisor de la tarjeta.
El lugar de residencia o la nacionalidad pueden ser motivos de rechazo por razones estadísticas.
No tener ingresos suficientes ni regulares (cada entidad fija los ingresos mínimos que considera).
No tener una situación laboral estable o estar en paro.
Figurar en un registro de morosos.
Estar sobreendeudados.
Una tarjeta de crédito es una tarjeta, ya sea de plástico o de metal, emitida por las entidades financieras y que sirve como medio de pago para comprar bienes o servicios en caso de no contar con el efectivo suficiente. También permite flexibilizar los pagos y financiar tus gastos.
En una tarjeta de débito, el pago se carga directamente en la cuenta corriente del titular. Solo se podrá gastar hasta el límite de fondos que se disponga. A diferencia de ella, la tarjeta de crédito permite pagar incluso si no se dispone de fondos, ya que es posible aplazar los cobros o solicitar financiación.
Un fraude con tarjeta de crédito se produce en el momento en que alguien roba los datos de una tarjeta de crédito para realizar pagos o retiradas de efectivo sin autorización. Los estafadores usan un sinfín de métodos y cada vez son más sofisticados. A pesar de los controles internos de las entidades financieras para evitar la exposición de sus clientes a estos riesgos, hasta la cuenta bancaria más segura puede ser objeto de fraude con una tarjeta de crédito.