La operación bancaria más relevante del año sigue sumando capítulos. Tras la luz verde de la CNMC a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) del BBVA sobre Banco Sabadell, ahora es el Gobierno quien entra en escena. Pedro Sánchez ha anunciado este lunes que se abre un periodo de consulta pública para evaluar si esta fusión respeta el “interés general” de los ciudadanos.
El anuncio se ha hecho en Barcelona, durante la jornada inaugural del Cercle d’Economia, uno de los foros empresariales más influyentes del país. Allí, el presidente del Gobierno ha explicado que la decisión final del Consejo de Ministros dependerá de los resultados de este proceso, en el que se espera recoger opiniones de ciudadanos, asociaciones y organizaciones. “Queremos tomar esta decisión con todas las garantías”, ha subrayado Sánchez.
¿Qué implica esta consulta pública?
Aunque el Gobierno no ha detallado si será vinculante, lo que ha anunciado Pedro Sánchez es que se abre un proceso para recoger opiniones de ciudadanos, asociaciones y colectivos sobre cómo podría afectar esta operación al interés general. Es decir, se dará voz a la sociedad para conocer si la fusión beneficiaría o perjudicaría a la economía, al empleo o a la competencia.
Este tipo de consulta no es una votación, pero sí sirve para orientar la decisión del Consejo de Ministros, que tiene la última palabra sobre si la OPA sigue adelante o no. El objetivo es tomar la decisión “con todas las garantías”, en palabras del propio presidente.
Una operación con muchas voces en contra
A pesar del ambiente económico positivo que ha querido destacar el presidente durante su intervención, la OPA ha sido el gran tema de conversación en el evento. Y las posiciones están lejos de ser unánimes.
Desde el primer momento, el Sabadell se ha opuesto frontalmente a la operación, considerando que la oferta del BBVA infravalora su valor y sus perspectivas como entidad independiente. La ministra Yolanda Díaz también ha criticado duramente la operación, alertando sobre el posible impacto para el empleo —con hasta 5.000 despidos— y su efecto en el ecosistema económico catalán.
Por su parte, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha pedido directamente al Gobierno que paralice la OPA. Argumenta que la operación supondría una pérdida de 70.000 millones de euros en crédito para el tejido productivo español, según un informe elaborado por la patronal catalana. Además, ha calificado la aprobación de la CNMC como “insuficiente, decepcionante, inapropiada y precipitada”.
¿Qué puede pasar ahora?
Con la consulta pública en marcha desde este martes, todas las miradas están puestas en el Consejo de Ministros, que deberá decidir si da o no luz verde a la operación. La CNMC ya ha hecho su parte, imponiendo ciertas condiciones a BBVA para mantener la competencia. Pero la última palabra la tiene el Ejecutivo.
A corto plazo, el escenario sigue siendo incierto. Y hasta que no se pronuncie el Gobierno, la fusión entre BBVA y Sabadell no podrá avanzar.
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