Los minicréditos, un invento de mujeres
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Patricia Sendra
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- 27 de marzo 2019
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- Crédito, Mini préstamos

Aunque la creación de los minicréditos (tal cual hoy los conocemos) se le atribuye al economista Muhammad Yunus, según un estudio publicado por Carmen Lázaro (profesora de derecho romano en la Universidad Jaume I de Castellón) las mujeres de la Antigua Roma consiguieron burlar la ley que les prohibía trabajar con el dinero para generar así su propia red de pequeños préstamos dedicados a la mejora de la economía femenina.
La mujer de la Antigua Roma, una pionera en el mundo de las finanzas
Aunque el Imperio romano no estaba considerado uno de los más feministas, las mujeres, tal y como se demuestra en las fuentes epigráficas de la Casa de Granio Romano, en Pompeya, consiguieron crear su propia red de minicréditos con las siguientes características:
- Prestaban pequeñas cantidades de dinero
- A un tipo de interés medio del 6,5%
- Las prestatarias dejaban algún objeto de valor como garantía de pago
Estos descubrimientos nos muestran cómo los minicréditos se conseguían al instante, característica que también los define en la actualidad.
¿Para qué empleaban las mujeres estos micro préstamos?
Aparte de trabajar en el mundo de la banca, los continuos conflictos bélicos hicieron que las mujeres también pudiesen dedicarse, de forma legal, a cualquier otro tipo de oficio: navieras, taberneras, comerciantes etc, por lo que emplearon los minicréditos para poder financiar sus negocios.
En la actualidad, estos suelen utilizarse para hacer frente a pequeños imprevistos puntuales pues, con la evolución del sistema crediticio, los minipréstamos han pasado a convertirse en un producto con un coste del 1,1% diario (precio muy superior a cualquier préstamo personal). Aun así, empresas como Vivus nos permiten contratar el primer minicrédito sin tener que pagar ni intereses ni comisiones por él.
Los minicréditos de Muhammad Yunus, una reinvención para el mundo moderno
En 1974, el economista indio Muhammad Yunus decidió sacar al mercado un nuevo tipo de pequeños préstamos, con un interés razonable, para que las personas que no tenían acceso a los créditos bancarios pudiesen desarrollar sus negocios y mejorar así su situación económica. El mismo razonamiento que emplearon las mujeres romanas siglos atrás.
Con el paso de los años y la llegada de los minicréditos a España, estos han ido adquiriendo unas características concretas que les han permitido convertirse en el producto que son ahora:
- Importe máximo: 300 euros para nuevos clientes (hasta 1.200 para clientes existentes)
- Tipo de interés: sobre 1,1% diario
- Plazo máximo de devolución: por lo general de un mes
Sin embargo, uno de los principales cambios que han sufrido es su finalidad. Hoy en día ya no los podemos dedicar a gestionar negocios, sino a suplir pequeños imprevistos puntuales, pues presentan un tipo de interés mucho más caro que el de un préstamo personal y la cuantía ofrecida mucho más reducida.
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