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¿Qué hay que tener en cuenta al buscar una tarifa de luz y gas?

El sector energético nos lleva complicando la vida desde siempre. La dificultad para entender sus tarifas y las propias facturas han provocado que muchos usuarios nos hayamos rendido. Es decir, durante años hemos acabado contratando la misma tarifa que tenían nuestros familiares o amigos por no tener que lidiar con los comerciales. Sin embargo, con la llegada de los comparador de tarifas de luz y gas, la situación ha mejorado sustancialmente. Y es que, ¿por qué conformarnos con lo "malo conocido"?

Si hemos decidido romper con esta tendencia a la hora de elegir la tarifa de luz para hogar o de gas debemos tener presentes aspectos de lo más básicos. Desde el comparador de energía HelpMyCash recopilamos las preguntas que debemos hacernos siempre antes de firmar un contrato con una comercializadora:

  1. ¿Qué necesitamos? El primer paso es determinar si queremos luz, gas o una oferta combinada. Puede parecer una pregunta tonta, pero en muchas ocasiones acabamos contratando servicios que no necesitamos. Es más, con las tarifas de libre mercado que ahora se publicitan como "Tarifas planas" cabe la posibilidad de que acabemos uniendo productos a nuestra factura (luz y gas por ejemplo) con la promesa de que el conjunto nos salga más barato. Si nos proponen un plan combinado parémonos a hacer cuentas y comprobemos si realmente acabaremos ahorrando o pagando de más.

  2. ¿Qué tipo de cliente somos? A sabiendas de lo que necesitamos (tarifa de luz, gas o combinada) deberemos enfocarnos en el tipo de cliente que somos. De primeras, existen diferentes tarifas en función de si el titular es un particular, empresa o pyme. Pero, además, dentro de cada grupo existen modalidades de tarifas en función de nuestro perfil con versiones de ahorro a tener en cuenta. Del mismo modo, las tarifas de luz contemplan las versiones con discriminación horaria para aquellos que consumen más de 20h a 8h. Por lo tanto, ¿qué tipo de consumidor somos? ¿Tenemos condiciones especiales en casa?

  3. ¿Qué nos ofrece el mercado? Aunque no es algo que muchos hagamos, no está de más saber en qué punto está el mercado. Por ejemplo, desde enero de 2014 se reformuló la tarifa eléctrica. Tras este cambio con el que esperaban reducir nuestras facturas, el precio de la electricidad se tarifica de otra forma, por lo que las empresas de luz y gas también han lanzado nuevas ofertas. A sabiendas de este dato, podremos contratar una tarifa más acorde a nuestro perfil de consumo. Esto se consigue gracias al uso de comparadores de tarifas eléctricas y de gas.

A partir de aquí, bastará con elegir la tarifa de luz y gas que mejor se ajuste al tipo de consumo que vamos a realizar. Adicionalmente, es aconsejable revisar si podemos acogernos a las ayudas estatales para evitar la pobreza energética, ya que requieren la contratación de unas tarifas concretas.

Con estos puntos claros, solo tendremos que solicitar el nuevo alta. Ojo, este procedimiento conlleva algunos gastos que debemos tener en cuenta.

¿Cómo se comparan las tarifas de electricidad y/o gas?

Para elegir la tarifa más conveniente para nuestro hogar, deberemos invertir un tiempo para contrastar sus condiciones. Si ya tenemos un contrato nos será más fácil, ya que podremos enfrentar las condiciones actuales con una factura, frente a las que nos ofrecen ahora. No obstante, si somos novatos, lo mejor será acudir a un comparador donde nos recopilen la información más importante.

Los datos principales que debemos mirar son:

coste-potencia

El precio de la potencia: al ser un concepto fijo que asumiremos tanto si consumimos como sino, es importante mirar cuánto pagaremos por él.

eneregia El coste para la energía (€/kWh): es el dato más obvio, pero es bastante difícil de comparar de un vistazo. A la hora de elegir nuestra tarifa de luz y/o gas, es interesante anotarlo para ver claramente quién nos ofrece el precio más bajo.
ofertas Ofertas: son habituales en las grandes compañías y suelen mostrarse en forma de rebaja (%) sobre el precio de la energía o la potencia. En este punto un comparador nos facilitará mucho la tarea para ver si realmente es una promoción interesante o solo es marketing.
inspeccion Servicios adicionales: cada vez es menos habitual que las comercializadoras nos exijan sumar servicios extras, como el mantenimiento de la instalación. Aun así, nos lo podemos encontrar camuflado cuando hay un descuento.
permanencia Permanencia: en las tarifas de luz online se empieza a eliminar, pero se siguen ofreciendo ofertas que exigen firmar esta cláusula.
contrato Condiciones adicionales: es habitual que las eléctricas nos ofrezcan mejores condiciones a cambio de algunas condiciones, como realizar todos los trámites online o recibir la factura por correo electrónico.

¿Qué debo controlar cuando ya tengo un contrato de luz o gas?

Una vez contratamos nuestra tarifa de luz o gas muchos nos olvidamos del tema. Pagamos religiosamente nuestras facturas y punto. Es más, según apuntan los últimos estudios, una gran mayoría de los consumidores no entendemos la factura de la luz y gas que nos envían.

De primeras debemos comprobar que nos están facturando bien. En ocasiones nos encontraremos con errores, ya que muchas comercializadoras envían facturas con consumos estimados. No obstante, lo más habitual es que el principal problema sea la forma en la que consumimos. Es decir, si somos responsables podemos ahorrar un pico al mes.

También es cierto que una gran parte de lo que nos facturan es sobre el término fijo. Esto significa que, por más eficientes que seamos con nuestro consumo, no podemos reducir el coste. Pero que no cunda el pánico, existen muchos consejos con los que ahorrar luz y gas, como bajar la potencia de luz contratada. Además, si contamos con el certificado energético de nuestra vivienda, dispondremos de una serie de acciones que podemos llevar a cabo para mejorar la eficiencia energética de nuestro hogar; o, lo que es lo mismo, reducir el gasto en luz y gas.

Finalmente, debemos tener un control sobre qué revisiones obligatorias hay, ya que el número de fraudes es realmente elevado. Y es que los problemas con el servicio, las revisiones técnicas o los fallos en la facturación es algo que no debemos pasar por alto.

Ahorrar luz todo el año, ¿qué podemos hacer?

ahorrar luz

¿Puedo cambiar de tarifa de luz o gas?

Si pese a todos los trucos, consejos y demás seguimos pagando demasiado, tal vez lo que necesitamos para ahorrar es cambiar de tarifa de luz y gas. Pese a lo complejo que se nos puede presentar el tema, no debemos tener miedo al proceso. Para empezar, debemos tener claro que podemos actualizar nuestro contrato dentro de la misma compañía. Es decir, pedir que nos trasladen a una modalidad más actual con precios más bajos o mayores ventajas.

En el supuesto de que no estemos contentos con nuestra actual comercializadora, podemos portar nuestro contrato a otra empresa energética. El proceso es muy similar al que hacemos con los bancos o las compañías de Internet y telefonía móvil, por lo que no debemos tener miedo. Es más, podemos apostar por compañías menos conocidas sin temor a tener una peor calidad del servicio, ya que la energía nos la seguirá suministrando la misma distribuidora.

El proceso para cambiar de tarifa es sencilla. Al igual que sucede en el sector de las telecomunicaciones, podemos hacer una portabilidad de línea (en este caso eléctrica o gasística). Para ello, debemos facilitar toda la información necesaria a nuestra nueva compañía de luz y gas y será esta la que gestione el cambio. 

¿Puedo dar de baja un contrato de energía?

Del mismo modo que podemos cambiar de tarifa o compañía, también podemos cancelar un contrato de energía. Para ello sólo debemos notificar a las compañías de luz y gas donde tengamos contrato el suministro que queremos dar de baja el servicio.

Al igual que con un contrato de internet o móvil, debemos tener presente que si nuestra tarifa de luz y/o gas tiene un compromiso de permanencia es posible que nos penalicen si lo rompemos. En concreto, las sanciones que aplican suelen ser del 5% sobre la energía que quedaría por cobrar.

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