Aval hipotecario: ¿qué es y cómo funciona?
¿El banco te exige presentar un aval hipotecario para aprobarte la hipoteca? Es un requisito que te pueden pedir si tu situación no es del todo estable. Descubre cómo funciona la figura del avalista y qué ventajas y riesgos supone para ti y para la persona que te avala.
¿Qué es un aval hipotecario?
Según el Portal del Cliente Bancario del Banco de España, un aval es "un contrato por el que una persona física o jurídica garantiza o asegura el cumplimiento de obligaciones, asumiendo el pago de una deuda de otra persona si esta no lo realiza".
En cristiano, esto significa que si aportas un aval hipotecario, la persona que te avala (el avalista) se compromete a asumir tu deuda si no pagas la hipoteca. Eso da más garantías al banco de que podrá recuperar el dinero que te presta y, por lo tanto, aumenta las probabilidades de que apruebe tu solicitud.
¿Cuándo piden los bancos un aval con la hipoteca?
¿En qué situaciones te pueden pedir un aval para concederte una hipoteca? Depende de la política de cada banco, aunque suele ser habitual en estos casos:
En cambio, si tu situación financiera es buena y tienes ahorros, es muy improbable que te pidan que te respalde un tercero. Lo explicamos con más detalle en nuestra página sobre las hipotecas sin aval.
¿Qué tipos de avales hipotecarios existen?
Si crees que te conviene que te avalen o alguien te pide avalar su hipoteca, debes saber que existen distintos tipos de aval; cada uno con sus características, sus riesgos y sus ventajas.
¿Quién puede avalar una hipoteca?
Ahora que conoces tus opciones, te preguntarás quién puede avalar una hipoteca. Y aunque la decisión final siempre recae sobre el banco, normalmente todos exigen que sea una persona que cumpla con las siguientes condiciones:
Contar con una nómina fija
Disponer de ingresos altos
Tener una situación financiera saneada
Ser propietario de un bien inmueble (solo para hipotecantes no deudores)
Lo más habitual es que el aval lo preste un familiar, como los padres o los hermanos, aunque en la práctica puede ser cualquier persona con la que tengas confianza y que sea solvente.
Ventajas y desventajas del aval hipotecario
Ventajas
Más probabilidades de conseguir la hipoteca si tu situación laboral es algo inestable.
Opciones de conseguir una hipoteca de hasta el 100% si tienes pocos ahorros.
Puedes obtener un mejor interés, porque el banco tendrá más garantías de pago.
Inconvenientes
El avalista correrá riesgos, porque el banco podrá reclamarle la deuda si tú no pagas.
El aval queda registrado en la CIRBE, por lo que el avalista puede tener dificultades para conseguir financiación mientras dure la deuda.
Los avales se heredan, así que los descendientes del avalista lo asumirán si aceptan la herencia.
¿Es posible dejar de ser avalista de un préstamo?
Si has firmado una hipoteca con aval, el avalista puede dejar de serlo, pero solo en unos supuestos muy claros que te detallamos a continuación:
- Negociar con el banco. Solo podrá dejar de ser avalista si consigue el consentimiento de la entidad. A veces, el banco permite la liberación del avalista si el titular mejora su situación económica o si se reduce el capital pendiente.
- Cancelación anticipada del préstamo. Otra opción es que como deudor amortices el préstamo anticipadamente o realices una novación hipotecaria que excluya al avalista.
¿Conviene pedir una hipoteca con aval?
Si puedes pedir la hipoteca por tu cuenta, te recomendamos no usar la figura del aval para no poner en riesgo a otra persona. En algunos casos, sin embargo, dudarás si te conviene o no que te avalen: si se te presenta una ganga, si te faltan un poco de ahorros... Para ayudarte a tomar la decisión, nuestro consejo es que sigas estas indicaciones.
Si el banco te pide que presentes avales para tu hipoteca
Pregúntate si no estás asumiendo un riesgo demasiado alto con tu hipoteca. Normalmente, el banco te pide avales cuando cree que existe un riesgo de impago o cuando se solicita una hipoteca al 90% o más.
Si no hay alternativa, negocia con tu banco para que el aval sea parcial. De esta manera, comprometes un porcentaje mucho menor del patrimonio del avalista, o bien, lo comprometes solo por un tiempo determinado.
Si te han propuesto avalar una hipoteca
Piensa en frío e intenta no dejarte llevar por los afectos. Avalar una hipoteca es una responsabilidad muy grande y conviene que evalúes todos los riesgos antes de aceptar. Intenta explorar con el futuro titular del préstamo otras alternativas, para evitar comprometer tu patrimonio.
Si no existen alternativas, plantea un aval parcial. De esta manera, respondes solo sobre un porcentaje de la hipoteca o por un periodo de tiempo determinado. Vencido este plazo, te liberas de responsabilidades.