El euríbor a 12 meses ha pausado su tendencia a la baja. El índice cerró septiembre en el 2,172%, por encima de agosto (2,114%) y encadenando dos subidas mensuales. En los primeros días de octubre, el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas ha acelerado las subidas y la media provisional se mueve en torno al 2,217%. Para quien paga una hipoteca variable, este pequeño giro al alza reabre el debate: ¿compensa pasarla a tipo fijo y blindar la cuota?
La lógica es sencilla. Si tu préstamo variable se revisa con un diferencial del 0,70% sobre euríbor, estarías pagando un 2,9%. Si el diferencial fuera más alto, del 1% por ejemplo, pagarías un 3,20%. Frente a eso, hoy existen subrogaciones a tipo fijo con precios que se sitúan por debajo del 2,50% y que llegan al 2%.
Además, subrogarte a tipo fijo ganas tranquilidad al estabilizar la cuota, independientemente de la evolución del euríbor. Continúa leyendo para saber más.
Las mejores subrogaciones a tipo fijo ahora mismo
Según HelpMyCash, la opción más agresiva la consiguen los brókers hipotecarios: pueden negociar un 2,10% TIN (2,35% TAE) si aceptas una vinculación ligera (nómina, seguro de hogar y uso de tarjeta). Es una tarifa de entrada muy competitiva si vienes de un variable en la zona del 3%.
Banco Santander ofrece su “Trae tu hipoteca fija” desde 2,45% TIN (3,07% TAE) con bonificaciones por nómina por un importe mínimo de 600 euros mensuales, seguros y buena calificación energética de la vivienda (B o superior).
Finalmente destaca la Subrogación de hipoteca fija de BBVA, con un TIN del 2,60%, por debajo del interés medio, con una TAE del 3,57%. Para lograrlo es necesario contratar un seguro de hogar y domiciliar la nómina por un importe de 600 euros más la contratación de un seguro de amortización.
Cómo es el proceso de subrogación de hipoteca
Si te has decantado por alguna de estas ofertas debes conocer los próximos pasos. Primero debes pedir una oferta vinculante al nuevo banco. Si la aceptas, esa entidad notifica a tu banco actual y le requiere un certificado con la deuda pendiente, que debe emitir en siete días naturales.
Recibido ese certificado, tu banco tiene 15 días naturales para mejorar la oferta (derecho de “enervación”): si iguala o mejora, puedes quedarte con él bajo las nuevas condiciones; si no lo hace, se formaliza la subrogación ante notario y el nuevo banco paga al anterior el capital e intereses debidos.
Claves prácticas: compara varias ofertas y fíjate en TAE (que integra gastos), vinculaciones exigidas y gastos asumidos por el banco entrante (tasación, gestoría, notaría, registro). Si la TAE del fijo tras la subrogación mejora lo que pagas hoy y te aporta paz mental, el cambio suele merecer la pena.
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