El precio medio de la vivienda en España a finales de 2025 se sitúa en 1.963 euros por metro cuadrado, muy cerca del umbral psicológico de los 2.000 euros el metro cuadrado el metro cuadrado. En el último trimestre, el valor se ha acelerado con una subida del 15,4% interanual y del 4,1% trimestral, consolidando un encarecimiento constante que acerca los precios a máximos recientes, según los datos de Gesvalt.
Ese aumento ya se traduce en cifras difíciles de ignorar. Comprar una vivienda “tipo” de 90 m² requiere ahora una inversión media de 176.670 euros, frente a los 153.090 euros de hace solo un año. En doce meses, el salto supera los 23.000 euros, una barrera que eleva la exigencia de ahorro previo y empuja a más compradores a depender de financiación.
Una demanda al alza y una oferta insuficiente
La evolución de 2025 muestra, además, una aceleración progresiva: el crecimiento interanual fue ganando intensidad trimestre a trimestre hasta cerrar por encima del 15%. Detrás, el patrón es el de un mercado tensionado, con una demanda activa y una oferta que no termina de aliviar la presión. Incluso cuando la actividad promotora se mueve, el desfase entre lo que se inicia y lo que llega efectivamente al mercado sigue pesando: crecen los proyectos visados, pero caen las certificaciones finales de obra, lo que prolonga el desequilibrio.
El encarecimiento se ha notado en todo el país, pero con diferencias claras por comunidades. Según Gesvalt, las mayores subidas interanuales se dieron en Murcia (18,7%), Comunidad de Madrid (18,4%), Cantabria (17,7%) y Asturias (16,2%). También repuntaron con fuerza Andalucía (15,2%), la Comunidad Valenciana (13,6%) y Canarias (11,9%). En el otro extremo, los incrementos más moderados fueron los de Extremadura (2,8%), Navarra (4,0%) y La Rioja (4,2%), aunque igualmente en terreno positivo.
En paralelo, el crédito hipotecario no se ha frenado; al contrario, crece con fuerza. Entre enero y septiembre se han constituido muchas más hipotecas que un año antes, lo que sugiere dos cosas: que el peso de la financiación bancaria aumenta y que el esfuerzo financiero de los hogares también va a más.
Requisitos para pedir una hipoteca pese a la subida de precios
Con precios más altos, el primer filtro para comprar no suele ser “encontrar casa”, sino demostrar al banco que la operación es viable. Si has localizado una vivienda que encaja en tu presupuesto y cuentas con ahorro suficiente, estos son los requisitos principales que debes cumplir para solicitar una hipoteca.
- Ahorros. El banco suele financiar como máximo el 80% del valor de compra (o de tasación, el menor), así que necesitas aportar el 20% restante como entrada. A eso hay que añadir los gastos de compraventa, que de forma orientativa pueden rondar otro 10% del valor del inmueble. En la práctica, debes tener alrededor de un 30% del precio ahorrado.
- Estabilidad laboral. Las entidades buscan señales de continuidad: si trabajas por cuenta ajena, suele ayudar contar con contrato indefinido y cierta antigüedad; si eres autónomo, lo normal es que debas demostrar que el negocio ha generado beneficios regulares durante los últimos dos años.
- Ingresos. El banco quiere ver que puedes asumir el pago sin asfixiarte, y una referencia prudente es que el conjunto de tus deudas (hipoteca incluida) no supere aproximadamente el 30% de tus ingresos mensuales.
- Historial crediticio. Si tienes incidencias o deudas impagadas, la operación puede complicarse mucho. Las entidades revisan tu nivel de endeudamiento y tu comportamiento de pago, y suelen consultar tanto la CIRBE como ficheros de morosidad.
- La edad. De forma general, muchos bancos intentan que el titular no supere los 75 años al terminar el préstamo (aunque puede variar según entidad). Esto influye en el plazo máximo que te ofrecen y, por tanto, en la cuota resultante.
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