Recomendaciones literarias: ‘La gran apuesta’, la crónica de la caída de las hipotecas ‘subprime’

Hoy es el Día Internacional del Libro y Sant Jordi en Cataluña, así que es la ocasión perfecta para recomendar lecturas sobre el mundo hipotecario. La novela de la que hablaremos en este artículo es una de las mejores crónicas del auge y de la caída de las hipotecas subprime; los productos que provocaron la crisis económica y financiera de 2008. Nos referimos a La gran apuesta (2010), escrita por Michael Lewis y llevada al cine en 2015 por el director Adam McKay (con actores de la talla de Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell o Brad Pitt).

El colapso de las hipotecas ‘subprime’ explicado con humor y sarcasmo

La novela de Michael Lewis nos sitúa en Estados Unidos durante la burbuja inmobiliaria, entre 2002 y 2008. Durante esa época, las entidades financieras estadounidenses concedieron millones de dólares en hipotecas subprime, es decir, en préstamos para la vivienda otorgados a personas con pocos o ningún ingreso. Estos créditos se empaquetaban en bonos y se vendían a fondos de inversión y a otros bancos, que eran los que asumían el riesgo de impago.

Los protagonistas de La gran apuesta, que son personas reales, se dieron cuenta de que estos bonos de préstamos basura estallarían tarde o temprano, pues los hipotecados dejarían de pagar las cuotas por su falta de ingresos. Y decidieron, en consecuencia, apostar en contra de ellos; una inversión que muchos bancos consideraron una locura pero que, con el tiempo, se demostró acertada.

Se trata de una novela interesante tanto por su contenido como por su estilo, que combina el rigor periodístico (Michael Lewis ha trabajado para diversos medios de comunicación) con el sarcasmo y el humor negro. Y es, además, un libro didáctico que ilustra las miserias del mundo financiero y que demuestra que la avaricia, como dice el dicho, rompe el saco.

Ficha técnica de ‘La gran apuesta’

Leer y comprender: las claves para que no se repita la historia

Curiosamente, La gran apuesta nos enseña que la crisis de las hipotecas subprime se generó, en parte, por no leer lo suficiente y por la falta de comprensión lectora: las entidades financieras renunciaron a leer la información económica de los solicitantes con un mal perfil y los consumidores no comprendieron que el contrato que firmaban les condenaría a cumplir unas obligaciones que no eran capaces de afrontar.

Más de una década después, parece que la banca ha aprendido la lección, pues ya no se conceden estos préstamos basura a personas con una mala situación económica. Y los consumidores, por su parte, ya no se fían tanto de su entidad financiera y leen con más detenimiento los contratos, lo que les permite estar mejor informados al pedir una hipoteca o cualquier otro producto bancario.

Hay que decir, sin embargo, que los contratos hipotecarios suelen estar escritos en un lenguaje técnico que dificulta su comprensión. Por ello, desde el comparador financiero HelpMyCash.com hemos elaborado una guía práctica gratuita en la que explicamos el significado de cada tecnicismo, así como en qué debemos fijarnos para asegurarnos de que no nos cobran de más por la hipoteca que queramos contratar: