Comprar una vivienda se ha convertido en una meta inalcanzable para buena parte de los jóvenes. Si hace apenas tres décadas formar un hogar en propiedad era un objetivo razonable, hoy la realidad es muy distinta: el esfuerzo que requiere acceder a una vivienda se ha multiplicado por cinco respecto a 1995.
En ciudades como Barcelona, el precio medio del metro cuadrado ya supera los 6.000 euros, una cifra que multiplica por nueve los valores que se manejaban hace treinta años. Sin embargo, los sueldos no han seguido ese mismo ritmo. De hecho, los salarios de los jóvenes apenas han crecido, lo que ha ampliado la brecha entre ingresos y coste de la vivienda.
Según el Banco de España, en los noventa bastaban 3,9 años de sueldo íntegro para comprar un piso; hoy se necesitan más de 7. En zonas especialmente tensionadas, como el Eixample barcelonés, el esfuerzo puede superar los veinte años de salario.
El alquiler escala a cotas no vistas
Mientras tanto, el alquiler tampoco es una alternativa asequible. En Barcelona, la renta media mensual alcanza los 1.180 euros, lo que en muchos casos supera el 70% del sueldo de un joven. El Consejo de la Juventud de España advierte que dedicar más del 30% de los ingresos a la vivienda compromete la autonomía financiera, pero esa recomendación es cada vez más difícil de cumplir.
Esta situación ha llevado a España a ser uno de los países de la Unión Europea donde los jóvenes se emancipan más tarde, con una edad media de 30,4 años, según Eurostat. La falta de vivienda pública en alquiler no ayuda: solo el 2% del parque inmobiliario es social, y en ciudades como Barcelona la construcción de nuevas viviendas protegidas avanza a un ritmo muy lento.
En un intento por contener la situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha limitado el precio del alquiler, medida que ha reducido un 6% las rentas desde su aplicación. Sin embargo, no todo son buenas noticias: el auge de los alquileres de temporada, que no se enmarcan dentro de esta normativa, ha impulsado los precios en este segmento en un 45% en solo un año.
Una espiral sin salida
A diferencia de los años 90, cuando había crédito abundante y mucha oferta nueva, ahora muchos jóvenes entran al mercado a través del alquiler y se quedan atrapados en él sin posibilidad de ahorro.
El Banco de España ya ha lanzado la alerta: las generaciones jóvenes acumulan mucho menos patrimonio que sus padres y tienen menos acceso a la vivienda en propiedad. Si no se toman medidas más contundentes, esta desigualdad podría tener consecuencias estructurales a largo plazo, afectando no solo al bienestar de los jóvenes, sino al equilibrio social del país.
Mejores hipotecas para jóvenes
Sin embargo, todavía hay un pequeño grupo de jóvenes, menores de 35 años, que han logrado ahorrar lo suficiente para acceder a una hipoteca. Estos jóvenes no cuentan con el 30% del dinero necesario para adquirir una vivienda en propiedad, según los estándares financieros, pero sí cuentan con el ahorro suficiente para acceder a una hipoteca para jóvenes que financian hasta el 95% del valor de compra de la vivienda.
Mejores hipotecas para jóvenes
Otra opción, en el caso de que no se tengan ahorros suficientes, explican los expertos del comparador financiero HelpMyCash, es solicitar una ayuda para comprar una vivienda. Los avales ICO o los que conceden algunas comunidades autónomas pueden ser una opción. Si estás interesado en esta opción puedes encontrar más información en la siguiente página:
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