Cómo ampliar tu hipoteca en 2025
¿Sabías que puedes modificar tu hipoteca para conseguir más dinero o alargar su plazo? Es lo que se conoce como ampliación.
Desde HelpMyCash te explicamos cómo puedes ampliar la hipoteca, qué requisitos debes cumplir y cuánto cuesta.
¿Qué es una ampliación de hipoteca?
Ampliar una hipoteca consiste básicamente en modificar un préstamo hipotecario ya firmado para conseguir más dinero o alargar el plazo de devolución. Puede ser una alternativa cuando necesitas más liquidez y prefieres aprovechar las condiciones de su hipoteca actual antes que contratar un nuevo préstamo.
Ahora bien, para lograrlo es imprescindible llegar a un acuerdo con el banco con el que se contrató el crédito. Además, la ampliación tiene sus limitaciones: puedes aumentar el capital de la hipoteca hasta alcanzar el 80% del valor de tasación de la vivienda y puedes alargar el plazo hasta en un máximo de 30 años, por norma general.
Tipos de ampliación de hipoteca
Podemos distinguir entre tres tipos de ampliación de hipoteca, dependiendo de qué se amplíe con esta operación:
Consiste en pactar con el banco para que te preste dinero e incluya esa deuda dentro de tu hipoteca.
Consiste en pactar con tu entidad para alargar el plazo de reembolso de tu hipoteca y reducir las cuotas.
Consiste en pactar la ampliación del capital y del plazo para que te presten dinero y la cuota no te suba.
¿Cuándo se puede ampliar una hipoteca?
También es interesante saber para qué se puede ampliar la hipoteca, porque así podrás valorar si lo necesitas o no. En general, desde HelpMyCash consideramos que esta operación te puede venir bien si la usas para lo siguiente:
Para reformar tu casa o tu piso. Puedes pedir una ampliación de capital para reformar la vivienda que está hipotecada. Ampliar tu hipoteca sale más a cuenta que pedir un préstamo personal, porque el interés de las hipotecas es mucho más bajo (alrededor del 3% frente a una media del 7-8%).
Para comprar una segunda residencia. También puedes pedir un dinero extra para comprar otra casa o piso si tu hipoteca tiene unas buenas condiciones y no quieres contratar otra.
Para reunificar tus deudas. Si tienes otros créditos y crees que sus cuotas se te van a ir de las manos, puedes ampliar tu capital para cancelarlos. Así, pasarás a pagar una única cuota más asequible que las otras mensualidades juntas, porque el interés será más bajo y el plazo será más largo (el de la hipoteca).
Para financiar otros proyectos. Asimismo, puedes ampliar tu préstamo hipotecario para comprar un coche, montar un negocio o poner en marcha cualquier otro proyecto que te venga a la mente, siempre que el banco te lo acepte.
Para tener más dinero al mes para cubrir otros gastos. Si llegas un poco justo a fin de mes, ampliar tu plazo para pagar unas cuotas más bajas te permitirá disponer de algo más de dinero cada mes, que podrás dedicar a otras cuestiones que para ti sean urgentes.
Para evitar impagos si pasas por un momento económico delicado. También puedes alargar el plazo si tu situación financiera ha empeorado y necesitas pagar unas cuotas más asequibles. Es probable que el banco te lo apruebe para evitar que tu hipoteca se quede sin pagar.
Requisitos para ampliar una hipoteca
Si crees que te interesa ampliar la hipoteca, tendrás que acudir al banco para negociar esa posibilidad. Ahora bien, como es lógico, el banco analizará tu situación económica para asegurarse de que podrás hacer frente a la nueva situación. Por norma general, la entidad te exigirá cumplir estos requisitos:
Ser solvente. Debes tener un empleo estable y poder pagar las cuotas de la hipoteca ampliada con un máximo del 30% de tus ingresos mensuales netos.
Que el importe ampliado no supere el 80% del valor de la vivienda. Nos referimos al capital pendiente de tu hipoteca más la ampliación que necesites, si es el caso.
Que el plazo ampliado no supere los 30 años, es decir, el plazo pendiente más los años que lo extiendas, si es el caso. Algunos bancos pueden alargar ese límite hasta los 35 o los 40 años, pero no es habitual.
Además, debes estar al corriente de pago de todas tus cuotas y no tener deudas impagadas por otros créditos.
¿Cuánto cuesta la ampliación de una hipoteca?
Otro aspecto que debes tener en cuenta es que la ampliación de una hipoteca no sale gratis. Veamos cuáles son los gastos que deberás pagar por ampliar el capital o el plazo de tu préstamo hipotecario:
La tasación de tu vivienda. El banco te exigirá que tases tu casa o piso para conocer su valor. Te costará unos 300 euros de media.
La comisión por novación. Es una comisión que la entidad puede cobrarte si sale en tu escritura. Su coste suele ser de entre el 0% y el 1%, aunque si solo amplías el plazo, el banco no te puede cobrar más de un 0,1%.
Además, se generarán más intereses tras la ampliación, porque se calcularán sobre un importe mayor si aumentas el capital o se devengarán durante más tiempo si extiendes el plazo. Por lo tanto, la hipoteca te costará más dinero a la larga.
Como solicitar la ampliación de una hipoteca
Si cumples los requisitos mencionados en el apartado anterior, ya puedes iniciar el proceso para solicitar la ampliación del préstamo hipotecario. Tendrás que llevar a cabo una operación llamada novación de hipoteca, que consiste en llegar a un acuerdo con tu banco para pactar la modificación y ampliación de tu contrato hipotecario.
El proceso es bastante sencillo: debes contactar con el banco y superar el estudio de riesgos que realizará tu entidad. Si aprueba la operación, te hará una oferta vinculante que tendrás que valorar y aceptar. Para hacer efectiva la ampliación, el último pasó será firmar la escritura de novación ante notario.
Te contamos el proceso detallado en nuestra página sobre la novación de hipoteca.
Ventajas y desventajas de ampliar la hipoteca
Antes de tomar esta decisión, es fundamental valorar los pros y los contras de esta operación. Aunque puede ser una solución útil para mejorar tu liquidez o financiar nuevos proyectos, también implica costes y un mayor compromiso financiero a largo plazo.
Ventajas
Más dinero disponible o cuotas más bajas: puedes conseguir financiación adicional sin tener que recurrir a un préstamo personal, que tiene un tipo de interés más alto. También puedes elegir ampliar el plazo de devolución, lo que permite reducir la cuota mensual.
Mantienes tu hipoteca actual: la ampliación se realiza sobre el mismo contrato, lo que significa que no necesitas cambiar de banco ni contratar una nueva hipoteca.
Desventajas
Costes adicionales: ampliar la hipoteca actual puede conllevar gastos importantes como tasar de nuevo la vivienda, gastos de notaría, registro de la propiedad y posibles comisiones por novación. Y si amplías el capital, deberás pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD).
Mayor pago de intereses a largo plazo: si decides ampliar el plazo para pagar menos al mes, terminarás pagando más intereses en conjunto, incluso si el tipo se mantiene.
Alternativas a ampliar un préstamo hipotecario
Para terminar, recuerda que existe la posibilidad de que el banco no apruebe la ampliación o que solo acepte tu solicitud a cambio de empeorar las condiciones de tu hipoteca, por ejemplo, subiéndote el interés. Por eso, creemos que es importante explicarte qué alternativas tienes para conseguir más dinero o para ampliar el plazo de tu préstamo hipotecario.
Cambiar la hipoteca de banco
La primera opción consiste en cambiar tu hipoteca a otro banco distinto. Hay dos maneras de hacerlo: con una subrogación de acreedor, que permite trasladar el préstamo a otra entidad para ampliar su plazo, o con la contratación de una hipoteca nueva con un importe o un plazo mayor para cancelar la tuya.
En nuestra página sobre cambiar la hipoteca de banco explicamos en qué consisten ambas fórmulas y cuánto dinero te pueden costar.
Pedir un préstamo personal
Si lo que necesitas es dinero para financiar un proyecto particular, también puedes conseguirlo mediante la contratación de un préstamo personal. Este producto te da la opción de obtener entre 500 y 60.000 euros, aproximadamente, para comprar un coche, reformar tu casa o cubrir cualquier otra necesidad urgente que tengas.
La desventaja de los préstamos personales es que su interés es de en torno al 7-8%; mucho más alto que el de las hipotecas (de alrededor del 3%). Además, el dinero lo tendrás que devolver en un plazo de entre ocho y diez años como mucho. Es decir, que pagarás más que si amplías tu hipoteca actual o contratas una nueva, aunque puede ser una buena alternativa si el resto de opciones no son viables.
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