Préstamo con garantía hipotecaria: ¿qué es?
Los préstamos con garantía hipotecaria te pueden ayudar si tu economía está en horas bajas o si necesitas cantidades de dinero importantes para una reforma o herencia.
En HelpMyCash te lo contamos todo sobre estos créditos: qué son, cuáles son sus pros y contras y cuáles son sus requisitos.
¿Qué es un préstamo con garantía hipotecaria?
Un préstamo con garantía hipotecaria, como su nombre indica, tiene como garantía un inmueble de tu propiedad, libre de cargas o con poca hipoteca pendiente. Es decir, que hipotecas una casa, un piso o cualquier otro inmueble para que una entidad financiera te preste dinero.
Es importante destacar que la garantía es lo que el prestamista puede embargarte si no le pagas el crédito. Por lo tanto, si la garantía es hipotecaria, lo que puede embargarte es el inmueble hipotecado.
Este tipo de crédito es diferente al préstamo personal, que es el que suele usarse para financiar compras o proyectos particulares. En estos otros productos, la garantía es personal, lo que significa que el deudor responde con el conjunto de sus bienes presentes y futuros; no solo con su vivienda.
¿En qué se diferencia de una hipoteca?
Es importante no confundir este producto con las hipotecas. Una hipoteca se usa para comprar una vivienda y tiene como garantía ese inmueble y los bienes presentes y futuros del titular. En cambio, los préstamos con garantía hipotecaria solo tienen el inmueble como garantía y se piden para otras finalidades que comentaremos más adelante. Además, no los suelen conceder bancos, sino intermediarios o prestamistas privados.
Requisitos de los préstamos con garantía hipotecaria
Una de las particularidades principales de un préstamo con garantía hipotecaria es que hay que cumplir muy pocos requisitos para conseguirlo. En la mayoría de los casos, solo deberás reunir las siguientes condiciones:
Tener un inmueble en propiedad y a tu nombre: puede ser tu vivienda, una segunda residencia, un local, un terreno… Eso sí, para acceder a los préstamos con garantía hipotecaria es imprescindible que ese inmueble esté libre de cargas o que tenga una hipoteca pendiente casi pagada (en un 70%-80%).
Ser mayor de edad: deberás tener más de 18 años, aunque algunos prestamistas te exigirán tener más de 21 o de 25 años.
Tener ingresos: muchos prestamistas no te pedirán demostrar que cobras ingresos regulares, pero desde HelpMyCash no te aconsejamos contratar un crédito si no puedes pagarlo.
Además, puedes conseguir estos créditos aunque tengas deudas impagadas con otras entidades financieras. Estos productos son de los pocos préstamos que puedes contratar si apareces en ASNEF o en cualquier otro fichero de morosos.
Pros y contras de los créditos con garantía hipotecaria
Ahora bien, que un préstamo con garantía hipotecaria sea fácil de conseguir no significa que tengas que solicitarlo. Antes de plantearte la contratación de este producto, te recomendamos analizar detenidamente sus ventajas y desventajas:
Ventajas
Su importe es alto: puedes conseguir entre el 30% y el 40% del valor de la vivienda que hipoteques, con un máximo de 500.000 euros o más (aunque dependerá de cada prestamista).
Su plazo es largo: tendrás hasta 20 años para devolver el dinero, casi el doble que con un préstamo personal. Además, en muchos casos podrás pedir una carencia para pagar cuotas más bajas durante un tiempo.
Requisitos muy laxos: podrás conseguir el dinero aunque tu situación económica sea inestable o tengas deudas impagadas inscritas en ASNEF u otros ficheros de morosidad.
Inconvenientes
Son más caros que un préstamo personal: su interés suele superar el 10% TIN (el de los personales suele ser del 7-8%) y casi siempre incluyen comisiones de apertura o gestión.
Perderás la vivienda si no pagas: el inmueble hipotecado es la garantía del crédito, así que si no devuelves el dinero según lo acordado, el prestamista lo podrá embargar para saldar la deuda.
La solicitud es un poco lenta: tardarás unas dos semanas en conseguir el dinero porque hay que tasar la vivienda y firmar en una notaría, mientras que con un préstamo personal tardarías unos pocos días.
¿Para qué sirven los préstamos con garantía hipotecaria?
Como ves, puedes conseguir créditos con garantía hipotecaria de grandes importes sin necesidad de cumplir tantos requisitos como en los préstamos normales. Por este motivo, te pueden venir bien si necesitas dinero para finalidades como las siguientes:
Cómo pedir un préstamo con garantía hipotecaria
¿Crees que estos productos te pueden ayudar? En ese caso tendrás que dirigirte a las entidades que conceden préstamos con garantía hipotecaria. Normalmente, los bancos no los ofrecen, aunque puedes intentarlo si tienes un buen perfil y necesitas una gran suma de dinero para reformar la casa o pagar una herencia, por ejemplo.
Pero si tu situación económica es inestable, no te quedará otro remedio que acudir a prestamistas privados o a intermediarios financieros. Hay muchas empresas privadas que se dedican a conceder esta clase de productos: Suitaprest, Supre Grupo, Préstamo Capital... Te cobrarán unos intereses más altos que los bancos, pero exigirán unos requisitos mucho más laxos.
Ten en cuenta, de todas formas, que estas empresas son totalmente legales y seguras, porque están supervisadas por el Banco de España. Además, la firma del préstamo con garantía hipotecaria siempre se formalizará ante notario, lo que dará un plus de seguridad a la operación.
A tener en cuenta al pedir préstamos con garantía hipotecaria
Desde HelpMyCash somos conscientes de que estos productos, en muchas ocasiones, son el último recurso para personas que necesitan financiación urgente. Y eso puede llevar a tomar malas decisiones que deriven en un impago del crédito y en el embargo de la vivienda, por lo que sería peor el remedio que la enfermedad.
Como no queremos que te endeudes más de la cuenta sin tener en cuenta los riesgos, a continuación te mostramos varios consejos que te ayudarán a contratar préstamos de esta clase con cierta seguridad:
No te endeudes si no tienes ingresos: los préstamos con garantía hipotecaria pueden conseguirse sin necesidad de cobrar un sueldo, pero eso no significa que tengas que hacerlo. Recuerda que si no eres capaz de devolver el dinero, perderás la vivienda que hipoteques.
No pagues unas cuotas que no te puedas permitir: asegúrate de que las mensualidades de todas tus deudas no superan el 30% de tus ingresos mensuales netos. Si necesitas un mayor porcentaje de tu sueldo, tendrás problemas para llegar a fin de mes.
Ojo con los gastos asociados: para firmar un préstamo con garantía hipotecaria tendrás que tasar el inmueble que hipoteques (cuesta unos 300 euros de media) y pagar la comisión de apertura que te pidan, que puede llegar a costar el 5% sobre el importe prestado.