Vincularse con el banco, ¿sinónimo de pagar más?

Normalmente, asociamos el concepto de vinculación bancaria con un aumento del coste. Sí que es cierto que, en ocasiones, al contratar un producto, el banco nos exige abrir otro, pero este no tienen por que suponer un aumento de precio. De hecho, una de las formas que tenemos de ahorrar con un banco vinculándonos con él es mediante una cuenta nómina. En este artículo explicaremos las claves para vincularnos con el banco a la vez que ahorramos.

El ahorro en las cuentas nómina

Como hemos mencionado, las cuentas nómina suelen ser la forma más sencilla de vincularse con el banco y ahorrar a la vez. Generalmente, cuando contratamos un producto de estas características, el banco querrá que domicilios el sueldo, algunos recibos del hogar e, incluso, contratar una tarjeta asociada.

De hecho, la gran mayoría de vinculaciones de las cuentas nómina son gratuitas y nos permitirán acceder a ventajas. Para empezar, probablemente podremos deshacernos de las comisiones, un coste que puede llegar a suponer hasta 200 euros al año. Además, será posible ampliar las promociones y descuentos en comercios o actividades culturales y de ocio. Por último, también podríamos conseguir cierta rentabilidad para nuestro dinero.

A continuación, mostramos una tabla que recoge tres de las mejores cuentas nómina del momento:

Vincularse con las hipotecas, otro sinónimo de ahorro

Otro de los casos en los que la vinculación puede suponer un ahorro es en las hipotecas. Algunas entidades suelen rebajar unas décimas el tipo de interés a cambio de que el cliente contrate productos adicionales.

No obstante, el tipo de vinculación requerida en hipotecas suele ser más compleja que en las cuentas nómina, ya que suelen ser vinculaciones con coste. En ese caso, deberíamos preguntarnos y calcular si nos sale a cuenta contratar otros productos a cambio que los rebajen el precio de la hipoteca.

¿En qué casos debería aceptar la vinculación?

Para empezar, podemos decir que la vinculación será positiva para el cliente en casos en los que es gratuita. No obstante, no deberíamos pasar por alto ciertos requisitos que podría imponer el banco, como un saldo mínimo o una permanencia.

Cuando la hipoteca o la cuenta de alta vinculación nos exige adquirir productos con coste, como un seguro de hogar o uno de vida, deberemos tener en cuenta u mínimo de dos cosas:

• La letra pequeña del nuevo producto que estemos contratando, junto con todas sus características.
• Si el precio se adecúa al que podríamos encontrar en el mercado.