Guarda entre 70 y 100 euros por persona para 72 horas: eso es lo que sugiere el Banco Central Europeo (BCE) en su último Boletín Económico. El mensaje de Christine Lagarde es simple: cuando fallen los pagos digitales o haya cortes de servicio, ese colchón en billetes debe cubrir lo esencial —comida y transporte— durante tres días. La cuenta es fácil: 23–33 euros por persona y día (en total 70-100 euros) como mínimo para agua, comida y desplazamientos básicos. ¿Por qué ahora? Porque en una crisis el efectivo vuelve a ser un seguro, y el BCE lo recuerda repasando episodios recientes en los que, pese a la fiebre por lo digital, el billete volvió a mandar.
El ejemplo de cuatro crisis
En momentos de tensión aumenta la retirada y el ahorro de efectivo; y cuando la tecnología falla, sigue siendo el medio de pago operativo.
El apagón lo explicó mejor que mil discursos: el 28 de abril de 2025, España, parte de Portugal y Francia se quedaron a oscuras y, en las zonas afectadas, el gasto con tarjeta se hundió un 41–42% y el comercio electrónico cayó un 54%; en España, el consumo retrocedió un 34%. Cuando se fue la luz y se cortaron las telecomunicaciones, cayeron también los TPV, las wallets, Bizum y muchos cajeros. En otras palabras, no se podía pagar con ningún medio electrónico. Pero no todo quedó paralizado: según encuestas del propio BCE, el 39% de los hogares ya guardaba efectivo en casa por precaución, y ese colchón permitió seguir pagando cuando lo digital se puso en negro.
Otro momento de aumento rápido de efectivo se produjo con la guerra de Ucrania cuando los ciudadanos de Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia y Finlandia acumularon efectivo ante el temor de que la guerra se extendiera y no pudieran acudir a cajeros a retirar dinero.
La pandemia también es un ejemplo: a finales de 2020, la circulación acumulaba más de 140.000 millones de euros por encima de lo normal prepandemia (unos 55.000 millones anuales). Aunque cayó el uso de efectivo en comercios por el confinamiento y el auge del pago sin contacto, los hogares preferían mantener “colchón” en casa.
También durante la crisis soberana de Grecia, la preferencia por el billete también se disparó: la emisión mensual neta rozó los 5.000 millones de euros en junio de 2015.
El efectivo de emergencia no es ahorro
Pero una aclaración importante: el efectivo de emergencia no es tu ahorro a medio o largo plazo; es solo un seguro de liquidez para imprevistos de 72 horas. El ahorro (incluido el fondo de emergencia principal) debería mantenerse en cuentas remuneradas o depósitos líquidos, donde genere intereses. Así haces crecer tu dinero sin perder acceso rápido cuando lo necesites.
Y como recomendación final, en HelpMyCash te aconsejamos que revises periódicamente la rentabilidad neta (tras comisiones) de tu dinero invertido en cuentas y depósitos y compárala con la inflación esperada. Y mantén en casa solo el efectivo recomendado y pon el resto a trabajar.
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