Un desastre. Nos piden toda la información del mundo, que les aportamos. Incluida la nota simple de la casa, donde se veía claramente que era una finca rustica. Nos llaman, tras mes y medio de intercambiar todo tipo de información, para deciros que nos la habían concedido. Preparamos la compra y al día siguiente nos llaman, con todo el desparpajo del mundo, para informarnos que no conceden hipotecas sobre inmuebles rústicos. Lo solucionamos con un préstamo personal, para no perder los 2000 euros de la fianza. En su descarga, era agosto, y en mi opinión, estos señores deberían cerrar el chiringuito e irse de vacaciones para si disfrute y el de los demás.