La tarjeta me llegó, el pin no, reclamé, me mandan un pin para otra tarjeta que no llega nunca, reclamé, sigue sin llegar, reclamé. Resultado: no la puedo cancelar hasta septiembre. La atención, pésima, rayando la groseria y desde luego, la educación, brilla por su ausencia. Prepotentes y soberbios. He marcado una estrella porque no me da la opción de valorar en negativo.