Hipoteca fija para autónomos: documentación, requisitos y comparación

Hipoteca fija para autónomos: documentación, requisitos y comparación

Mujer sentada en un escritorio con un ordenador portátil, mirando su teléfono, rodeada de paquetes y material de oficina.

Pedir una hipoteca siendo autónomo no va solo de elegir banco y firmar papeles. Va de algo mucho más incómodo: que el banco “radiografía” tu negocio y tu manera de manejar el dinero.

Si tus ingresos suben y bajan, cualquier desorden en tus cuentas, tus impuestos o tu documentación se puede traducir en un “no” directo, aunque tú sepas que podrías pagar la cuota sin problema.

La parte positiva: si entiendes cómo piensa el banco y te preparas bien, una hipoteca fija puede darte justo lo que más falta te hace como autónomo: estabilidad de gastos y una cuota que no te juegue malas pasadas en los meses flojos.

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Mejores hipotecas fijas para autónomos

Bonificado* Sin bonificar
TIN 2,10%2,80%
TAE 2,35 %3,00 %
Cuota 429 €464 €
*3 productos bonificadores
-0,50 %Domiciliar la nómina
-0,10 %Seguro de hogar
-0,10 %Tarjeta de crédito
Bonificado* Sin bonificar
TIN 2,15%3,15%
TAE 3,10 %3,39 %
Cuota 431 €480 €
*6 productos bonificadores
-1,00 %Domiciliar nóminas (mín. 2.500€/mes entre los titulares) + Tarjeta de crédito (mín. 12 usos/semestre) + Domiciliar recibos (mín 3/bimestre) + Seguro de hogar + Seguro de vida + Plan de aportación sistemática (aportación mín. 75€/mes)
Bonificado* Sin bonificar
TIN 2,42%2,92%
TAE 2,98 %3,19 %
Cuota 445 €470 €
*3 productos bonificadores
-0,30 %Domiciliar ingresos (mín. 900€/mes o 1.800€/mes entre dos titulares)
-0,10 %Seguro de hogar comercializado por Open Bank, S.A. Operador de Banca-Seguros Vinculado
-0,10 %Seguro de vida comercializado por Open Bank, S.A. Operador de Banca-Seguros Vinculado
Bonificado* Sin bonificar
TIN 2,55%3,55%
TAE 3,27 %3,74 %
Cuota 451 €503 €
*4 productos bonificadores
-0,50 %Domiciliar nómina (mín. 1.000€/mes), pensión (mín. 600€/mes), pago a la Seguridad Social (mín. 175€/mes) o ayudas de la PAC + Tener Bizum o usar tarjeta de crédito (mín 6 usos/trimestre)
-0,30 %Seguro de vida (prima mín. 300€/año)
-0,20 %Seguro de hogar (prima mín. 300€/año)
Bonificado* Sin bonificar
TIN 2,60%3,60%
TAE 3,51 %4,25 %
Cuota 454 €506 €
*4 productos bonificadores
-0,40 %Domiciliar nómina o pensión
-0,10 %Seguro de hogar
-0,40 %Seguro de vida
-0,10 %Seguro de protección de pagos

Cómo demostrar al banco que eres solvente aunque tus ingresos bailen

A los bancos no les asusta tanto que tus ingresos sean variables. Lo que les asusta es no poder prever si vas a tener dinero suficiente cada mes para pagar la cuota.

Como no tienes nómina, miran tu caso de otra forma: analizan tu negocio, tu historial, cómo te organizas y si eres alguien constante o desordenado con el dinero.

En la práctica, se fijan en tres cosas:

 Tu solvencia global: lo que ganas, lo que debes y tus ahorros.

 La estabilidad del negocio: si tu actividad es sólida o un mero “a ver qué pasa”.

 Tu capacidad de pagar a largo plazo: qué pasa si tienes rachas malas.

Vamos por partes.

Documentación clave: tus números tienen que hablar bien de ti

Cuando pides una hipoteca fija siendo autónomo, tus documentos son tu carta de presentación. No es burocracia sin más: es el “currículum financiero” que el banco va a leer.

Lo más habitual es que te pidan:

 Declaraciones de la renta (IRPF) de los dos últimos años, para ver cuánto ganas según Hacienda y cómo han evolucionado tus ingresos.

 Modelos trimestrales de IVA (303 y 390) y de pagos fraccionados de IRPF (130 o 131), para comprobar tu facturación real a lo largo del año.

 Informe de vida laboral actualizado, donde verán desde cuándo eres autónomo y tu historial de cotización.

 Certificados de estar al corriente con Hacienda y Seguridad Social.

 Extractos bancarios de los últimos meses (personales y profesionales), para ver cómo se mueve tu dinero.

 Contratos o acuerdos con clientes recurrentes o de larga duración, que dan sensación de estabilidad futura.

 Un pequeño dossier de actividad: a qué te dedicas, cómo facturas, quiénes son tus clientes principales y cómo han evolucionado tus ingresos.

 Si ya tienes piso elegido, la nota simple registral y, si existe, el contrato de arras.

Cómo aplicarlo en la práctica:

  • Dedica una tarde a recopilar todo.
  • Guárdalo en una carpeta (física y/o digital) con un orden lógico: impuestos, bancos, Seguridad Social, clientes, vivienda.
  • Revisa que no falte nada y que todo esté actualizado.

Truco práctico: piensa que el objetivo es que el director o la analista del banco pueda entender tu negocio en 10 minutos. Cuanto más claro y ordenado esté todo, más sensación de profesionalidad transmites.

Cómo analiza el banco tu solvencia cuando tus ingresos no son “lineales”

El banco no mira solo un mes o un trimestre: mira la película completa de los últimos años. Entre otras cosas, suele fijarse en:

 Tus ingresos medios y su evolución: si vas a más, te mantienes o vas a menos. Diferencian bien entre “picos” puntuales y una tendencia real.

 La estabilidad del negocio: si tienes clientes fijos o vives de proyectos sueltos, si hay mucha estacionalidad, etc.

 Tu antigüedad como autónomo: es habitual que quieran ver al menos un par de años de actividad.

 Tu nivel de endeudamiento: normalmente se busca que la cuota de la hipoteca no supere alrededor del 30‑35% de tus ingresos netos.

 Tu historial de pago: si has tenido impagos, retrasos o problemas financieros previos.

 Tus ahorros: valoran muy bien que puedas aportar en torno a un 30% del precio de la vivienda para entrada y gastos.

 Avales o garantías adicionales en caso de perfiles más irregulares.

Traducción a lenguaje sencillo: se hacen la pregunta clave: “Si este autónomo tiene dos o tres meses malos, ¿seguirá pudiendo pagar o se va a ahogar?” Tu objetivo es que, viendo tus números, la respuesta parezca claramente “sí”.

Errores típicos de autónomos que hacen saltar las alarmas del banco

Muchísimas operaciones se caen no por falta de dinero, sino por falta de orden o por incoherencias evitables. Algunos errores muy frecuentes:

 Apoyar tu capacidad de pago en ingresos en B o no declarados: para el banco, lo que no está en la renta no existe.

 Ocultar deudas o impagos recientes: van a salir igual en los ficheros de riesgo, y entonces el problema no será solo la deuda, será la falta de transparencia.

 Presentar una actividad con pérdidas recurrentes o muy reciente: si tu negocio aún no está maduro, el banco lo ve como más arriesgado.

 Entregar documentación incompleta, desordenada o con datos contradictorios: por ejemplo, una cosa en la renta y otra en los extractos.

 No separar cuentas personales y profesionales: si todo está mezclado, es muy difícil ver qué dinero es realmente disponible.

Piensa que cualquier incoherencia entre lo que ve Hacienda y lo que ve el banco en tus movimientos es una señal roja.

Consejo práctico: si sabes que algo “canta” (un impago reciente, un bache concreto, un cambio fuerte en tu actividad), prepárate para explicarlo de forma clara y honesta. Es mejor dar contexto que esperar a que el banco lo descubra y saque sus propias conclusiones.

Cómo llegar al banco con los deberes hechos: tu auditoría exprés

Antes de pedir la hipoteca, te interesa hacer una especie de mini auditoría de tu propio negocio y tus finanzas personales.

Piensa en esta checklist mental:

 ¿Tengo toda la documentación fiscal, bancaria y profesional reciente y ordenada?

 ¿Mis cuentas han estado sin descubiertos ni recibos devueltos en los últimos meses?

 ¿Tengo deudas que pueda regularizar o refinanciar antes de presentarme al banco?

 ¿Soy capaz de explicar mi actividad en una página: qué hago, cuánto facturo de media, cómo varían mis ingresos a lo largo del año y qué espero del futuro?

 ¿Sé cuánto ahorro puedo destinar a la compra sin quedarme temblando de liquidez?

Un buen ejercicio práctico:

  1. Haz una lista de todos los puntos anteriores.
  2. Márcate en rojo los que estén flojos (por ejemplo, descubiertos recientes, documentación desordenada, poco ahorro disponible).
  3. Dedica unas semanas a mejorar lo que puedas antes de ir a la entidad.

 

No es solo cuestión de “encajar” en los requisitos, también de dar una imagen de control. A un banco le gusta prestar dinero a quien parece tener su casa financiera en orden.

Y un último paso muy importante: no te quedes con una sola entidad. Si comparas varias hipotecas fijas para autónomos y te diriges a bancos que suelen trabajar bien con perfiles como el tuyo, tus opciones de conseguir financiación en buenas condiciones suben mucho.

Usar la hipoteca fija como herramienta de control de tu dinero

¿Cuánta cuota fija puede soportar tu negocio sin agobios?

La pregunta clave NO es: “¿Qué casa me puedo comprar?”

La pregunta clave es: “¿Qué cuota mensual puedo pagar sin ahogar mi actividad ni mi vida personal?”.

Como referencia, se suele considerar prudente que tus cuotas hipotecarias no pasen del 30‑35% de tus ingresos netos. Pero como autónomo, conviene ser incluso más conservador y mirar algo más que ese porcentaje.

Imagina un ejemplo sencillo:
Después de pagar todos los gastos del negocio (cuota de autónomos, herramientas, proveedores, etc.) y tus gastos personales fijos, te quedan 2.000 euros libres al mes.
Aplicando ese 30‑35%, una cuota razonable estaría alrededor de 600‑700 euros.
Pero ahí no acaba el análisis.

Deberías tener en cuenta:

  1. Tus meses flojos: no calcules en base a tus mejores meses, sino a un promedio prudente.
  2. Otros créditos o préstamos que ya tengas (del negocio o personales).
  3. Un pequeño colchón de seguridad de al menos tres o cuatro cuotas en efectivo.
  4. El impacto en tu negocio: si la cuota te obliga a recortar en publicidad, stock, equipo o inversión necesaria, puede que sea demasiado alta.

 

Regla sencilla para aplicar hoy mismo:

  • Calcula tu ingreso neto medio de los últimos 12 meses (restando todos tus gastos, también los personales fijos).
  • Saca un 30% de esa cifra.
  • Ajusta a la baja si hay mucha estacionalidad o si tienes otras deudas importantes. Esa cifra aproximada es tu “zona segura” de cuota.

Si la hipoteca solo encaja cuando todo va perfecto, el riesgo es demasiado alto. Tiene que encajar también en los años normales, con meses buenos y meses regulares.

Fija, variable o mixta: cómo afecta realmente a tu día a día de autónomo

La elección entre hipoteca fija, variable o mixta, vista desde tus finanzas como autónomo, es menos una “apuesta sobre el euríbor” y más una decisión de cuánto riesgo quieres asumir con tus pagos fijos.
Resumiendo:

Hipoteca fija:

Pagas siempre lo mismo. Ganas estabilidad y renuncias a beneficiarte de posibles bajadas futuras de tipos. Para tu flujo de caja, es como tener un alquiler pactado de por vida.

Hipoteca variable:

Normalmente, empiezas pagando menos cuota, pero asumes que puede subir si suben los tipos. Con ingresos irregulares, una subida fuerte te puede tensionar mucho la tesorería.

Hipoteca mixta:

Unos primeros años a tipo fijo y luego pasas a variable. Puede tener sentido si esperas que tus ingresos crezcan con el tiempo o si planeas amortizar parte de la hipoteca antes de que empiece el tramo variable.

Aquí no hay una respuesta universal. Pero sí una pregunta que te ayuda a decidir: “¿Qué prefiero: tener una cuota estable aunque pueda salir algo más cara a largo plazo, o pagar menos ahora a cambio de convivir con la incertidumbre?”

En muchos negocios, pagar un poco más a cambio de estabilidad permite dormir mejor, decidir con calma y no vivir con miedo a que la cuota suba justo cuando el negocio tiene un bache.

Cómo usar un simulador de hipoteca fija de forma inteligente

Antes de enamorarte de un piso o de firmar nada, toca hacer números. Y aquí un simulador de hipoteca fija es tu mejor aliado para ponerle cifras reales a tus ideas.

Con un simulador puedes:

  • Probar distintos plazos (20, 25, 30 años) y ver cómo cambian la cuota mensual y el coste total del préstamo.
  • Ajustar el importe de la hipoteca según el ahorro que puedas aportar. Verás claramente qué pasa si pones más o menos entrada.
  • Hacer escenarios conservadores: por ejemplo, qué pasaría si tus ingresos fueran un 20% más bajos de lo habitual. ¿Seguirías pudiendo pagar?

Para sacarle de verdad partido al simulador, evita estos errores típicos:

 No te quedes solo con el tipo de interés: fíjate también en comisiones y productos vinculados (aunque el detalle vendrá en la oferta concreta, no lo olvides como concepto).

 No uses tus mejores meses de facturación como referencia. Utiliza un ingreso medio prudente.

 No pienses en la hipoteca aislada: mentalmente suma también tu coche, tus préstamos del negocio, las cuotas de financiación que tengas…

Un buen ejercicio práctico:

  1. Entra en un simulador.
  2. Calcula una hipoteca con la casa “de tus sueños”.
  3. Calcula otra rebajando el precio, el importe o ampliando el plazo para que la cuota baje.
  4. Compara cómo se siente cada cifra en tu día a día real: ¿cuál te dejaría margen para seguir invirtiendo en tu negocio, ahorrando y viviendo?

 

La combinación ideal es:

 Una hipoteca fija bien dimensionada a tus ingresos reales.

 Un colchón de seguridad mínimo.

 Una visión clara de cómo encaja esa cuota dentro del flujo de caja de tu negocio.

Así, la casa se convierte en un proyecto asumible y controlado, no en una amenaza constante sobre tu tranquilidad y tu empresa.