Hay quienes pasan media vida pagando una casa y hay quienes, con los precios actuales, y según los requisitos para pedir una hipoteca, necesitarían vivir dos veces para costearla, según los cálculos elaborados por El País. En España, incluso con un empleo estable, la vivienda en propiedad se ha convertido en un quebradero de cabeza. Si se aplica la regla clásica de no dedicar más del 30% de los ingresos brutos del hogar a vivienda —hipoteca o alquiler más suministros—, un trabajador medio que comprara en solitario necesitaría 38,6 años de sueldo para pagar un piso tipo de 93 metros cuadrados. Es decir, toda una carrera laboral, y aun así no llegaría.

Hasta 57 años para pagar una vivienda

Las diferencias por territorios dibujan un mapa de contrastes. Baleares encabeza la clasificación con más de 57 años necesarios; Madrid le sigue con algo más de 55. Por encima de los cuarenta años aparecen Cataluña, País Vasco y Canarias; Andalucía se sitúa cerca de los 39. En el otro extremo, Extremadura, Castilla y León y Castilla-La Mancha rondan entre 22 y 23,5 años, mientras que La Rioja, Asturias, Aragón, Galicia, Murcia y Navarra se mueven entre 25 y 30. El dato resume una realidad incómoda: en varias comunidades, comprar sin exceder el 30% ya no es asequible para una persona sola.

El porqué está en la brecha entre precios y salarios. En 2023, Madrid marcó el precio medio del metro cuadrado más alto (3.080 euros), ligeramente por encima de Baleares (2.958 euros). Aun con sueldos mayores, en Madrid se “compran” como máximo 5,6 metros cuadrados al año si se destinara toda la renta a vivienda; en Baleares, 5,4 metros cuadrados. En regiones más baratas, como Extremadura o Castilla-La Mancha, donde el metro cuadrado no llega a 1.000 euros, el mismo esfuerzo permitiría adquirir 13–14 metros cuadrados anuales. Lo que en unos sitios da para una habitación, en otros no alcanza ni para un trastero.

¿Qué ocurre si se destina el 100% del salario?

La foto se vuelve todavía más cruda si se lleva el ejercicio al extremo. Dedicando el 100% del salario, un trabajador medio necesitaría casi 12 años para pagar una vivienda en España; en Baleares, 17 años. Y cuando se introduce la hipoteca, la desigualdad del esfuerzo salta a la vista: con un préstamo del 60% del valor a 20 años y un tipo anual del 3%, un balear tendría que destinar cerca del 70% de su renta a la cuota, frente a un 27% en Extremadura o Castilla y León para esa misma casa de 93 metros cuadrados.

Las políticas públicas buscan aliviar la presión con más vivienda pública o asequible y con cambios fiscales, pero los propios cálculos subrayan un límite: las desgravaciones, por sí solas, no arreglan un problema de precios. O se interviene el coste (directa o indirectamente), o se construye un parque público relevante con precios tasados y reglas de acceso claras. Mientras tanto, la tendencia de fondo no ayuda: según el Ministerio de Vivienda, el precio del metro cuadrado de vivienda libre alcanzó en el segundo trimestre de 2025 los 2.093 euros, el nivel más alto desde 2007.