Seguros hipotecarios: ¿qué son y cuándo deben contratarse?
Hay seguros que los bancos proponen asociar a la hipoteca para aprobar la operación o rebajar el interés: de vida, de hogar... Pero ¡ojo! No siempre son obligatorios ni convenientes. Aquí te explicamos cuáles son los seguros hipotecarios más habituales, cuánto cuestan y si vale la pena contratarlos.
¿Qué seguros se pueden asociar a una hipoteca?
Por norma general, son tres los seguros que pueden asociarse a una hipoteca: el de vida, el de hogar y el de protección de pagos.
Seguro de vida
El seguro de vida de una hipoteca te cubre en caso de fallecimiento o incapacidad permanente para trabajar. Si se da uno de estos supuestos, la aseguradora se ocupa de saldar la deuda que esté asegurada. Normalmente, se cubre el importe total de la deuda, pero hay seguros que cubren el 50% o el 70%. Revisa siempre la póliza para comprobarlo.
Además de esta cobertura principal, algunos seguros de vida también pueden cubrir el pago de las cuotas hipotecarias en situaciones como el desempleo o la incapacidad temporal. Estas son características propias de un seguro de protección de pagos y suelen comercializarse bajo nombres como "seguro de amortización total" o "amortización de préstamo".
Seguro de hogar
Como su nombre lo indica, el seguro de hogar protege el inmueble hipotecado, que el banco ha tomado en garantía. Existen dos tipos:
De daños. Cubre los daños que puede sufrir la estructura (y no el interior) de tu vivienda en caso de incendios u otras catástrofes naturales. Si un siniestro destruye tu casa o la deja inhabitable, la aseguradora pagará al banco la cantidad asegurada, que se usará para liquidar la hipoteca pendiente o para reconstruir la vivienda, dependiendo de lo que se establezca en la póliza.
Multirriesgo. Este es un seguro de hogar más completo. Incluye coberturas por daños en la estructura y, también, por daños causados en el interior de la casa. Como puedes imaginar, es más caro que el seguro de daños, porque en estos casos, es habitual que la aseguradora te indemnice si te entran a robar o que te mande a un profesional si tienes, por ejemplo, una fuga de agua.
Seguro de protección de pagos
El seguro de protección de pagos, por su parte, te cubre en caso de que te quedes en paro o que quedes incapacitado temporalmente para trabajar. En cualquiera de estos dos casos, la aseguradora pagará las cuotas de la hipoteca al banco. Pero ojo, porque normalmente solo se cubre el pago de un máximo de 12 mensualidades.
¿Es obligatorio contratar un seguro con la hipoteca?
Cuando vayas a contratar una hipoteca, es probable que el banco te diga que es obligatorio contratar uno o más seguros: de hogar, de vida... Pero ¿realmente es así?
Según la actual ley hipotecaria, hay seguros que sí pueden ser obligatorios, pero otros que no. Veamos cuál es la diferencia entre unos y otros:
¿Qué seguros pueden ser obligatorios?
Por ley, una entidad bancaria puede obligarte a contratar un seguro de daños y/o un seguro de vida. Ahora bien, no puede obligarte a contratar esos seguros con el propio banco: los puedes firmar con la aseguradora que quieras. Además, si los contratas con una aseguradora que no es la suya, el banco no te podrá subir el interés de la hipoteca.
Para saber si el banco te obliga a contratar un seguro debes revisar la Ficha Europea de Información Precontractual (FEIN), que es la oferta vinculante de la entidad. Si se indica que el seguro es un "producto vinculado", será obligatorio para poder conseguir el préstamo hipotecario.
¿Qué seguros son optativos o bonificadores?
Si lo considera oportuno, el banco también puede ofrecerte la opción de contratar cualquiera de sus seguros para reducir (bonificar) el interés de la hipoteca. Puede ser uno de hogar, uno de vida, uno de protección de pagos... Si prefieres no suscribirlos o los contratas con otra aseguradora, no podrás conseguir la bonificación y tendrás un interés más alto.
Estos seguros optativos aparecen en la FEIN de la hipoteca como "producto combinado", lo que significa que su contratación es voluntaria y permite rebajar el interés del préstamo hipotecario.
En la mayoría de los casos, el banco te obligará a contratar un seguro de daños y te ofrecerá seguros de vida y de hogar (multirriesgo) que podrás suscribir voluntariamente para conseguir un interés más bajo.
¿Cuánto cuestan los seguros de las hipotecas?
En general, un seguro de vida, hogar o protección de pagos suele costar entre 150 y 400 euros al año. No obstante, su precio puede variar en función de varios aspectos:
De las coberturas: cuantas más tenga, más caro será. Por ejemplo, en el caso de los seguros de hogar, pagarás más si es multirriesgo que si cubre solo los daños en la estructura.
Del perfil del asegurado: un seguro de hogar será más caro cuanto más grande y valiosa sea la vivienda asegurada. Y en el caso de los seguros de vida y protección de pagos, su precio aumenta cuanto mayor es la edad del hipotecado y peor es su salud, su profesión, etc.
De la política de la aseguradora: algunas cobran más y otras menos, dependiendo de si quieren ofrecer precios más o menos competitivos. Pero, por norma general, desde HelpMyCash podemos decirte que las aseguradoras de los bancos suelen tener tarifas más caras.
Ten cuidado, porque los bancos tienden a ocultar el precio de los seguros hipotecarios hasta el último momento. ¡No lo permitas! Insiste al banquero para que te presente un presupuesto de los seguros varias semanas antes de la firma ante notario. Así, podrás valorar si te conviene contratar la hipoteca con o sin esos seguros o, si, por el contrario, es más conveniente aceptar la oferta de otra entidad.
¿Cómo se paga un seguro hipotecario?
Si has conversado ya con tu banquero sobre los seguros, es probable que hayas escuchado términos como prima mensual, anual, única o única financiada. ¿Pero en qué se diferencian estas formas de pago?
Con la prima mensual, pagas las cuotas del seguro cada mes. Al finalizar el año, el contrato se renueva y el precio puede aumentar, lo que se reflejará en tu cuota.
Con la prima anual, pagas una cuota por año. Al finalizar el año, el contrato se renueva automáticamente con las nuevas tarifas de la aseguradora, aunque deben notificarte dos meses antes del aumento y puedes elegir si mantienes el seguro o lo cancelas.
Con la prima única, pagas varios años por adelantado al firmar la póliza (generalmente cinco o diez años). El contrato no se renueva automáticamente al finalizar este período.
Con la prima única financiada (PUF), se incluye la prima única del seguro en el importe de la hipoteca, por lo que pagas el seguro con las cuotas del préstamo y se generan intereses sobre el coste financiado de la póliza.
Lo más habitual es que los seguros de vida y hogar tengan una prima anual, mientras que los de protección de pagos suelen ser de prima única o PUF. Desde HelpMyCash desaconsejamos la prima única, porque te obliga a pagar mucho dinero de golpe y no te da la opción de anular el seguro de un año para otro. Y también recomendamos evitar la prima única financiada, ya que aumenta aún más el precio total de la hipoteca por los intereses generados sobre el coste del seguro.
¿Se puede dar de baja un seguro hipotecario?
Si has contratado un seguro y te arrepientes, existe un plazo de desistimiento para dar de baja el contrato unilateralmente: son 30 días naturales para los seguros de vida y 14 días naturales para los demás, a contar desde la fecha de contratación de la póliza.
Para cancelar el contrato, deberás comunicárselo por escrito a la aseguradora, que te devolverá el dinero que hayas pagado descontando los días durante los que el seguro ha estado vigente.
Una vez transcurrido ese plazo de desistimiento, tendrás que esperar a que acabe el plazo de vigencia del seguro. Si es de prima mensual o anual, deberás mandar un aviso a la aseguradora para comunicar que no quieres renovar la póliza, al menos un mes antes de que acabe el plazo. Y si es de prima única, el contrato se cancelará automáticamente en cuanto llegue su fecha de vencimiento.
¡Atención! Si el seguro es obligatorio y lo cancelas, deberás contratar ese mismo seguro con otra aseguradora. Y si es optativo para rebajar el interés, perderás esa rebaja.
¿Qué pasa con el seguro al terminar de pagar la hipoteca?
Los seguros que contrates junto a tu hipoteca se cancelarán automáticamente cuando saldes la deuda con el banco, a no ser que pidas expresamente que se mantengan vigentes. Si cancelas el préstamo antes de tiempo, la aseguradora tendrá que devolverte el dinero que corresponde a los días que queden entre la fecha de la liquidación de la hipoteca y la fecha de vencimiento de la póliza.
Consejos sobre los seguros hipotecarios
Desde HelpMyCash consideramos que un seguro de vida puede resultar importante, especialmente si tienes hijos, ya que garantiza el pago de la hipoteca en caso de enfermedad grave o fallecimiento. Un seguro de hogar es fundamental para protegerte ante imprevistos como fugas de agua, algo común en edificios antiguos de ciudades como Madrid o Barcelona. Pero no siempre es necesario contratar estos seguros como parte de tu hipoteca. ¿Por qué?
El problema con los seguros de los bancos es que suelen ser más costosos que los ofrecidos por aseguradoras independientes, y su cobertura podría no adaptarse a tus necesidades. Además, su precio aumenta anualmente y si quisieras cancelarlo y está vinculado a tu hipoteca, se incrementaría el interés del préstamo. Sobre esta base, en HelpMyCash queremos darte algunos consejos:
Evalúa contratar los seguros por fuera de tu hipoteca, siempre que sea posible; a menos que la bonificación sea significativa y suponga un ahorro real para ti.
Si te quedas con los seguros de tu banco, analiza las coberturas y asegúrate de que sean adecuadas. Por ejemplo, si eres joven y no planeas tener hijos, un seguro de vida puede no ser necesario.
Haz también un análisis financiero detallado para determinar si la rebaja en el interés compensa el coste de la póliza. Calcula cuánto pagarías anualmente con y sin el seguro para tomar una decisión informada.
Procura siempre negociar las bonificaciones. Si te suben el interés un 0,5% por no contratar un seguro de vida, trata de llegar a un acuerdo para reducir esa penalización hasta el 0,25% o menos. De esta manera, el interés no te subirá tanto si no suscribes la póliza o decides no renovarla al cabo de unos años.
Evita las bonificaciones en packs y negocia para separarlas. Algunos bancos ofrecen, por ejemplo, una bonificación del 0,9% si domicilias tu nómina y contratas sus seguros de hogar y vida. Si decides dar de baja un solo seguro, perderías toda la bonificación.