Después de varios meses sacudidos por la incertidumbre, especialmente por el conato de guerra arancelaria impulsada por Donald Trump que tuvo lugar en marzo, la calma empieza a asentarse en los mercados. El S&P 500 ha encadenado un repunte del entorno del 2% hasta mediados de junio, lo que ya se refleja en las carteras gestionadas por roboadvisors.

Los gestores automatizados han vivido unos primeros meses complicados, lo que hizo que sus carteras arrojaran rentabilidades negativas. Pero poco a poco hay espacio para el optimismo, y las carteras de bajo riesgo se mueven prácticamente en positivo, y las de mayor exposición en renta variable han reducido considerablemente los números rojos.

Roboadvisors: ¿cómo están rindiendo según el perfil de riesgo?

Según los datos más recientes recogidos por HelpMyCash en su comparativa:

  • Bajo riesgo (exposición limitada a renta variable): los rendimientos hasta el 31 de mayo se mantienen positivos, ayudados por una mayor proporción de bonos y menor impacto del dólar. Aquí destaca Mintos, con una rentabilidad positiva acumulada del 1,21%. Con el 1,1% se sitúa Indexa Capital.

  • Riesgo medio-alto: los perfiles intermedios también han visto cierta recuperación, aunque el efecto divisa atenúa las ganancias potenciales. Indexa Capital acumula una rentabilidad negativa del 0,40% a cierre del 31 de mayo, pero en abril (hasta el 30) era del -3,10%.

  • Alto riesgo (peso elevado de renta variable): este perfil es el más afectado. A pesar de que el S&P 500 ha subido, la fuerte caída del dólar ha hecho que los resultados acumulados sigan siendo negativos, aunque sensiblemente menos que en los meses anteriores. Indexa Capital redujo las caídas hasta el 0,90% acumulado a cierre del 31 de mayo desde el 5,50% que tenía hasta el 30 de abril y Finizens hasta el 1,60% a finales de mayo (-6,60% en abril).

Evolución de los mercados y el dólar como variable silenciosa

Las declaraciones amenazantes sobre aranceles elevados por parte del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, generaron dudas en los inversores, lo que provocó una corrección en los principales índices. Aunque ahora las tensiones se han suavizado y los índices han empezado a recuperarse, las subidas del S&P 500 y similares aún no se traducen en ganancias reales para muchos inversores.

¿Por qué? La segunda clave de este escenario es la caída del dólar frente al euro. Aunque los índices como el S&P 500 o el Nasdaq muestran avances, al convertir los beneficios al euro estos se ven erosionados. Así, aunque las rentabilidades en divisa local sean positivas, los perfiles de mayor riesgo siguen registrando pérdidas cuando se consideran todas las variables.

A 12 de junio, un euro se cambiaba por 1,16 dólares, cuando hace un mes el cambio se situaba en 1,12 dólares.

¿Merece la pena mantener la inversión?

Pese a las dificultades, mantener el curso y confiar en una inversión diversificada y automatizada puede ser una estrategia acertada:

  • Los roboadvisors rebalancean automáticamente cuando los mercados cambian de tendencia, capturando potenciales subidas sin que el inversor tenga que intervenir.

  • Si la incertidumbre persiste, la diversificación global amortigua los posibles impactos adversos.

  • El dólar puede recuperarse frente al euro, lo que devolvería valor a las inversiones en activos globales que ya presentan buenos fundamentales.