Seguramente, ya conoces algunas de las consecuencias del cambio climático: hace más calor, hay temporadas de sequía más largas, los incendios son más peligrosos… Y todo esto tiene efectos sociales, económicos y financieros.
Precisamente, el Banco de España ha publicado un estudio que analiza cómo afecta el calentamiento global a la concesión de préstamos bancarios, especialmente en los que se comercializan para las empresas. El informe se centra en tres ámbitos: cuáles son los efectos generales de la desertificación sobre el crédito y qué daños financieros provocan el aumento de la aridez y el de los incendios.
Efectos de la desertificación sobre la oferta y la demanda
El estudio del Banco de España explica que la desertificación progresiva de España “puede afectar al crédito bancario a través de efectos contrapuestos”. Por lo tanto, su impacto en los préstamos bancarios no es claro.
Por un lado, la mayor aridez tiende a reducir el valor de los terrenos en los que se ubica una actividad económica. Como ese terreno puede ser una garantía de un potencial préstamo, el acceso al crédito de sus propietarios puede empeorar.
Ahora bien, cuando hay una mayor aridez, “los propietarios de campos, fábricas o infraestructuras piden más crédito para financiar inversiones destinadas a mitigar los efectos del cambio climático”, según el Banco de España. En ese sentido, por lo tanto, el cambio climático contribuye a aumentar la demanda.
Pero los analistas del supervisor bancario advierten de otro efecto negativo de la desertificación. Estos afirman que los bancos perciben un mayor riesgo de insolvencia en las zonas afectadas por el cambio climático, así que pueden reducir su deseo de conceder préstamos en esas regiones.
Cómo afecta la aridez a los préstamos de las empresas
Una vez hechas esas consideraciones generales, el estudio del BdE pasa a analizar el impacto de la desertificación sobre los préstamos otorgados a las empresas entre 1984 y 2019. Y su conclusión es clara: “la mayor aridez reduce el crédito a las empresas, aunque de forma gradual”. De hecho, se necesitan más de ocho años para que el efecto sea “estadísticamente significativo”.
Así, según los datos del Banco de España, “por cada punto porcentual de aumento de la aridez, el crédito caería un 0,25% entre ocho y 20 años después”. El sector agrícola, por su mayor dependencia climática, es el más afectado. Sin embargo, en zonas turísticas con un clima húmedo, un clima más seco sí favorece la actividad crediticia.
Efecto de los incendios sobre los créditos empresariales
Para terminar, desde el BdE también analizan cómo afectan los incendios a las empresas de las zonas en las que se desarrollan. Usan, para ello, información económica y crediticia que cubre el período de 2004 a 2017, tanto de compañías afectadas por incendios como de otras similares en zonas cercanas no afectadas.
Según el estudio, los incendios provocan dos graves perjuicios económicos a las empresas de las zonas afectadas: sus ventas descienden y el empleo cae. Pero también reducen el crédito que se concede a esas compañías: reciben un 6% menos de préstamos que las no afectadas.
Ahora bien, los analistas del Banco de España matizan que la presencia de bancos locales mitiga ese impacto negativo. “Gracias a su mayor cercanía y a su mejor conocimiento del entorno y del impacto del incendio”, explican, “observamos que pueden mantener en mayor medida el crédito a las empresas afectadas, sin que ello implique un aumento en su morosidad”. Y eso contribuye a mantener el empleo en las zonas incendiadas.
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