Comprar o alquilar: ¿qué es mejor en 2025?
¿Es mejor comprar o alquilar una vivienda? Ambas opciones tienen ventajas y desventajas, por lo cual, lo mejor es que tomes la decisión en función de tus circunstancias económicas y personales. En esta página te ayudamos a dilucidar si te sale más a cuenta comprar una vivienda o vivir de alquiler.
Seguramente te has preguntado muchas veces si vale la pena alquilar un piso o si te sale más a cuenta comprarlo. Y si no te lo has planteado aún, es probable que lo hagas en algún momento de tu vida. Pero no existe una respuesta genérica que aplique a todo el mundo, sino que la decisión deberías tomarla con plena conciencia de los pros y los contras de cada una de las operaciones.
Eso, por supuesto, además de asegurarte de cumplir los requisitos para comprar una vivienda que, aunque nos pese, no están al alcance de todo el mundo. Con esto en mente, veamos cuáles son las ventajas y desventajas de la compra y del alquiler para que puedas tomar una decisión informada.
¿Comprar o alquilar? Ventajas y desventajas de cada alternativa
Ventajas y desventajas del alquiler
El alquiler es más asequible, porque necesitarás menos ahorros para firmar el contrato.
Tienes más flexibilidad, puesto que si la casa o el barrio no te convencen, te puedes mudar fácilmente a otra vivienda de alquiler.
Tienes menor compromiso financiero a corto plazo, puesto que no tendrás que pagar ni una hipoteca ni los costes de mantenimiento del inmueble.
A largo plazo, los pagos de alquiler pueden superar el coste de la propiedad y la renta suele ser más cara que la cuota hipotecaria.
Aunque existe una ley que regula los alquileres, los inquilinos están sujetos, en parte, a las decisiones del propietario
Además, no hay oportunidad de construir patrimonio a través de la propiedad de la vivienda alquilada.
Ventajas y desventajas de la compra
Comprar una casa te da estabilidad a largo plazo y te permite construir un patrimonio propio.
Pagarás menos cada mes con la compra que con el alquiler, porque la cuota de la hipoteca suele ser más barata que la renta.
Tienes la libertad de personalizar la vivienda según tus gustos y necesidades individuales.
Comprar una vivienda también conlleva costes iniciales significativos, como la entrada de la hipoteca o los impuestos de la compra, y unos gastos mensuales adicionales como el IBI o la cuota de la comunidad.
La propiedad te puede limitar en cuanto a la movilidad geográfica, ya que tendrías que venderla o alquilarla para mudarte a otro sitio.
Una compra no siempre garantiza una buena inversión.
Qué tener en cuenta para decidir si es mejor comprar o alquilar
Ahora que conoces las ventajas y desventajas de cada operación, conviene que valores tres aspectos básicos de tu situación financiera y personal y del mercado inmobiliario para tomar la decisión:
1. Tu situación económica
El primer factor que debes tener en cuenta es tu situación económica. Lo más probable es que tengas que pedir una préstamo hipotecario para comprarte la vivienda y, para que te la aprueben, tendrás que cumplir con los requisitos para conseguir una hipoteca.
Para empezar, necesitarás un alto volumen de dinero ahorrado: en torno al 30% del precio de la vivienda que te interese. Además, todos los bancos te exigirán tener un trabajo estable y un sueldo que te permita pagar las cuotas sin dedicar más de un 30% de lo que ganas al mes.
Ten en cuenta, también, que una vivienda en propiedad tiene gastos de mantenimiento que se comerán una parte de tus ganancias: el IBI, los gastos de comunidad, las tasas municipales… Todas estas costas no las tendrás que pagar si te decantas por el alquiler.
Para alquilar, en cambio, no se exigen tantos requisitos. Solo deberás tener algo de dinero ahorrado para pagar la fianza (dos mensualidades, por lo general), que es mucho menos dinero que el que piden los bancos para conceder una hipoteca. El casero, eso sí, no te arrendará su vivienda si no tienes un trabajo (algunos aceptan personas con contratos temporales) y un sueldo suficiente para pagar las rentas.
2. El precio de la vivienda
El segundo aspecto en el que debes fijarte, pero no por ello menos importante, es cómo ha evolucionado el precio de la vivienda en la zona en la que quieres residir. Nos referimos tanto al precio de las casas y pisos en venta como al de los alquileres. En general, no es aconsejable comprar si el precio de los inmuebles está en máximos históricos, así como no es recomendable alquilar cuando el coste de los arrendamientos está disparado.
En estos momentos, la situación es un tanto difícil, porque los precios de compra y de alquiler suben. Según datos del Notariado, el precio de compra subió un 4,2% anual en septiembre. Y según Fotocasa, el del alquiler aumentó un 7,4% anual en el mismo período.
No obstante, puedes encontrar zonas en las que los precios no han subido tanto (generalmente fuera de las grandes urbes), así como a propietarios que pueden estar dispuestos a rebajar sus precios si lo negocias. Nuestro consejo es que investigues y que hables con profesionales del sector (con las inmobiliarias, por ejemplo) para hacerte una idea de cómo está el mercado.
3. La situación del mercado hipotecario
Por último, si piensas comprar un piso con hipoteca, es importante evaluar el estado actual del mercado. Especialmente, debes considerar cómo de atractivos son los intereses y las condiciones ofrecidas en los préstamos hipotecarios en este momento. En ese sentido, ahora el escenario puede ser propicio, porque los bancos están abaratando sus ofertas. Para que tengas una visión general, te dejamos un botón a nuestro ranking de las mejores hipotecas.
¿Cuándo es mejor la compra que el alquiler de un piso?
Tras tener en cuenta los anteriores factores, creemos que comprar un piso te conviene más si te ves reflejado en todos estos puntos:
Es decir, si uno de tus objetivos es tener una casa o un piso propio.
Si eres solvente: tienes ahorros, un trabajo estable y bien remunerado...
Si no se ha producido una burbuja de precios en la zona donde quieres vivir.
¿Cuándo vale más la pena alquilar que comprar?
En cambio, el alquiler puede ser una mejor opción (o la única viable) si cumples cualquiera de estos requisitos:
En este caso, el alquiler de una vivienda será una opción más coherente y ajustada a tus deseos.
Para arrendar una vivienda no te exigirán tantos requisitos de solvencia ni adelantar tanto dinero.
Alquilar te dará más libertad para cambiar de casa periódicamente por temas laborales, familiares, etc.
Alquiler con opción a compra: el punto intermedio
Pongamos que te has enamorado de una casa o de un piso y que, por cualquier circunstancia, aún no lo puedes comprar. En ese caso, existe un modo de alquilar ese inmueble para vivir en él y, a la vez, reservar la compra por si te la puedes permitir más adelante: formalizar un contrato de alquiler con opción a compra.
Gracias a este contrato, podrás residir en esa vivienda como si tuvieras un alquiler normal, pagando las rentas correspondientes. Pero cuando hayan pasado dos o tres años, tendrás la opción de comprar la casa al precio que hubieras acordado en su momento con el propietario, descontando las rentas pagadas. Aunque, eso sí, al momento de firmar el compromiso de alquiler con opción a compra deberás desembolsar una buena suma de dinero. Si quieres más detalles sobre este tipo de operación, encontrarás todas las explicaciones en nuestra página sobre el alquiler con opción a compra.