Depósitos estructurados o referenciados: qué son y cómo funcionan
Los depósitos estructurados y referenciados son un tipo de depósito bancario en el que el dinero invertido está garantizado por el banco y por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), pero la rentabilidad no está asegurada.
¿En qué consisten los depósitos estructurados o referenciados?
Un depósito estructurado o referenciado es un producto financiero en el que por norma general el capital inicial está garantizado como ocurre con cualquier depósito a plazo fijo, pero cuya rentabilidad está vinculada al comportamiento de diferentes escenarios. Pueden ser desde los movimientos de unas acciones, de un índice bursátil; o incluso una situación concreta. Te ponemos un par de ejemplos:
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Si el precio de dos acciones de "x" empresa al final del depósito es igual o superior al inicial, obtendrás una rentabilidad del 4%. Si esto no ocurre, tus intereses serán únicamente del 0,15%.
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Si el Sevilla Fútbol Club gana La Liga ganarás un 3% de rentabilidad, pero si la pierde obtendrás un 0%.
Por tanto, no sabrás la rentabilidad final de este depósito hasta que, a su vencimiento, se sepa cómo se han comportado los activos o escenarios a los que está vinculado.
¿El dinero de un depósito estructurado está 100% garantizado?
En la mayoría de los casos, sí está garantizado. Sin embargo, no siempre es así. Las entidades financieras pueden especificar condiciones que afecten directamente al capital. Por eso, desde HelpMyCash recomendamos leer muy atentamente las condiciones que impone el banco al contratarlo.
Si en el contrato especifica que está 100% garantizado, es así.
Si no lo pone, existe un riesgo. Habla con tu banco para decidir si quieres escoger este producto o no.
Cuando este producto estuvo muy de moda hace 10 años, se comprobó que incluso podrían generar pérdidas en el capital si ocurrían una serie de acontecimientos. Por ejemplo, podías ganar una rentabilidad del 10% si tres acciones específicas subían, pero si las tres bajaban podías perder el 50% del dinero invertido.
¿Merece la pena invertir en un depósito estructurado o referenciado?
Desde HelpMyCash no recomendamos que inviertas tus ahorros en un depósito estructurado o referenciado porque es un producto complejo.
Hay que tener conocimientos sobre los activos en los que se invierte, que pueden ir desde índices bursátiles, acciones hasta incluso materias primas.
A este conocimiento, hay que sumarle que no sabrás la rentabilidad que te va a dar hasta su vencimiento. Como te hemos contado, en términos generales el capital inicial está garantizado, pero existe la posibilidad de que pierdas parte del dinero invertido.
Por tanto, nuestro consejo es que si eres un ahorrador conservador que quiere sacar beneficios de su dinero, pero sin correr riesgo, contrates un depósito bancario a plazo fijo. Con este producto de ahorro, tanto tus ahorros como los intereses que genere están 100% garantizados hasta 100.000 euros por banco y titular.
A continuación te mostramos los mejores depósitos a plazo del momento:
- FGD de Portugal
- FGD de Lituania
- FGD de Suecia
- FGD de Lituania
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¿Cómo funcionan los depósitos estructurados?
Para conocer el funcionamiento de los depósitos estructurados lo mejor es poner un ejemplo práctico.
Contratas un depósito referenciado a las acciones de dos empresas cotizadas en bolsa con un plazo de 12 meses e inviertes 20.000 euros.
Según las condiciones, la remuneración final del depósito es variable y dependerá de cuál sea el comportamiento de estas acciones según la siguiente fórmula:
- Si al final del depósito, el precio de ambas acciones es igual o superior al inicial, la entidad te abonará un cupón del 3% sobre el importe que hayas invertido.
20.000 x 0.03= ganarás 600 euros brutos
- Si una o las dos acciones perdieran valor, el banco te pagaría un cupón del 2%.
20.000 x 0.02= ganarás 100 euros brutos
- Si, por contra, el precio final de ambas acciones es inferior al inicial, la entidad te pagará un cupón del 1%
20.000 x 0.01= ganarás 200 euros brutos
En ocasiones los depósitos estructurados pueden tener una rentabilidad mínima del 0%, es decir, que si los activos subyacentes no se comportan favorablemente la remuneración puede acabar siendo nula. Recuperarás tu capital inicial, pero no ganarás beneficios
Para evitar disgustos en el futuro, nunca firmes un contrato de depósito estructurado sin verificar antes que tu capital está garantizado al 100%