Prestamistas particulares: qué son y cómo detectar estafas
Si un banco no te presta dinero, puedes pedir préstamos a tu familia o amigos, a desconocidos y hasta a empresas privadas no bancarias. Aquí te contamos cómo encontrar prestamistas particulares y privados y cómo saber si son legales o una estafa.
¿Qué es un prestamista particular o privado?
Un prestamista particular es una persona que, de manera profesional u ocasional, se dedica a prestar dinero a otras personas. No actúa bajo el paraguas de una entidad financiera, así que no recibe la supervisión del Banco de España.
También pueden incluirse dentro de este grupo los prestamistas privados, que son empresas de capital privado que se dedican a prestar dinero fuera del circuito financiero tradicional, como las que conceden créditos rápidos no bancarios.
¿Son legales los prestamistas particulares?
La actividad de los prestamistas particulares es perfectamente legal, siempre que cumplan la legislación vigente. Esto implica que la operación debe formalizarse sí o sí en un contrato y que las dos partes tienen que cumplir lo indicado en la Ley de Crédito al Consumo, que es la que regula los préstamos personales que conceden tanto los bancos como las empresas privadas o los profesionales.
Ahora bien, por su naturaleza, un prestamista privado o particular no recibe la supervisión del Banco de España. Por lo tanto, no hay ningún organismo oficial que se encargue de comprobar que actúa dentro de la legalidad.
Varias empresas de minicréditos online pertenecen a la AEMIP, una asociación privada que autorregula la actividad de estos prestamistas y que les obliga a cumplir un código ético y de buenas prácticas.
Riesgos de pedir dinero a un particular
Por norma general, pedir dinero a una persona o a una empresa no financiera te permitirá obtenerlo con unos requisitos más laxos que si vas a un banco. Incluso podrás conseguir un préstamo si estás en ASNEF o en otro fichero de morosidad.
Sin embargo, acudir a prestamistas particulares o privados también es arriesgado. Veamos cuáles son sus inconvenientes:
Las condiciones de financiación serán peores que si acudes a un banco. Tendrás que pagar un interés más alto y más comisiones, porque el riesgo que asume el prestamista es mayor por ser más laxo. Incluso puedes toparte con situaciones de usura, dependiendo de a quién recurras.
Corres el riesgo de que se te estafe. Por desgracia, hay prestamistas fraudulentos que te cobrarán una comisión y no te prestarán dinero. Más abajo te explicamos cómo detectarlos y evitarlos.
Cómo detectar a un prestamista particular fraudulento
Desgraciadamente, hay gente que se aprovecha de las personas que necesitan dinero y que les estafan prometiéndoles un crédito que nunca llegará a cambio de los datos de la tarjeta o de un pago adelantado. Estos falsos prestamistas suelen usar páginas web (a veces con una estética descuidada) para captar la atención de los más incautos, haciéndose pasar por empresas financieras legales.
Desde HelpMyCash queremos mantenerte a salvo de estas empresas crediticias fraudulentas. Y con el objetivo de que aprendas identificar las estafas, a continuación te presentamos un listado de precauciones que debes tomar al pedir dinero a un prestamista particular:
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Ojo si te piden dinero por adelantado. Ningún prestamista legal exige un pago previo antes de entregar el dinero. Desconfía siempre que te pidan una comisión anterior a la concesión del crédito disfrazada de gasto de apertura, gestión, transferencia, notaría o seguro.
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Ojo si el prestamista es un banco extranjero sin licencia. Las entidades bancarias de otros países no pueden operar aquí sin la licencia del Banco de España. Desconfía si el dinero te lo ofrece un supuesto banco francés, suizo o italiano que no esté registrado.
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Ojo si te contactan sin haber pedido nada. Si no le has mandado previamente una solicitud o no eres ya su cliente, ninguna entidad legítima te contactará directamente por redes sociales, foros, correos electrónicos o portales de anuncios.
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Ojo si te mandan comunicaciones con muchas faltas de ortografía. Hay personas de países extranjeros que intentan estafar a gente de aquí que necesita dinero. Identificar sus fraudes es fácil: si te mandan mensajes con muchas faltas de ortografía o con un lenguaje poco natural (sacado de un traductor automático), es muy probable que se trate de una estafa.
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Ojo si te ocultan información. El prestamista tiene la obligación de proporcionarte toda la información sobre su crédito antes de prestarte el dinero y, obviamente, tiene que mandarte un contrato.
Si te topas con prestamistas particulares o privados que pisan cualquiera de estas líneas rojas, te recomendamos pausar la solicitud y buscar a otro prestamista. Y plantéate acudir a la policía para denunciar la posible estafa.
¿Conviene pedir dinero a prestamistas privados?
Desde HelpMyCash consideramos que pedir dinero a un particular solo es una opción conveniente si el que te presta es una persona conocida (probablemente te aplicará unas mejores condiciones) o si no te queda otro remedio porque el banco no te concede el crédito y necesitas financiación por alguna urgencia. Eso sí, asegúrate de poder devolver el dinero y ve con ojo con las posibles estafas.
Cómo encontrar prestamistas particulares y privados
Pedir dinero prestado a un familiar o amigo es sencillo (otra cosa es que te lo presten), pero es más complicado encontrar a otras personas o a empresas dispuestas a concederte un crédito. Veamos cómo puedes dar con prestamistas privados o particulares:
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Si quieres pedir dinero a un particular, puedes tantear a las personas de tu círculo familiar o de amistades o puedes buscar ofertas en webs especializadas (como MilAnuncios, por ejemplo). En nuestra página sobre préstamos entre particulares damos más detalles.
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Si quieres pedir dinero a una empresa, te recomendamos visitar el comparador de préstamos de HelpMyCash. Ahí encontrarás a todas las financieras no bancarias que se dedican a prestar dinero en España.
Ve con cuidado con las empresas que parecen ser compañías prestamistas de créditos rápidos y que, en realidad, son intermediarias. No te prestarán el dinero directamente, sino que buscarán a particulares o a empresas que sí pueden prestártelo. Suelen cobrar una comisión por sus servicios, así que te aconsejamos leer detenidamente la letra pequeña de sus términos y condiciones para identificarlas y no pagar por un servicio que no te interesa.