¿Por qué no tienes que conformarte solo con la tarjeta de crédito que te ofrece tu banco?

Juan, un cliente de un banco cualquiera, quiere una tarjeta de crédito. Su cuñado le ha dicho que le iría bien llevar una en la cartera por si algún día necesita alquilar un coche. Dicho y hecho. Juan acude a su banco y sale de la oficina con una tarjeta nueva. Pero lo que no le ha dicho su cuñado es que quizá su banco no le ofrezca la mejor tarjeta. ¿Acaso se puede solicitar una tarjeta de crédito en otra entidad? Sí. Y no solo se puede solicitar una tarjeta sin cambiar de banco, sino que puede ser mucho mejor que la que te dé tu entidad.

Ranking de las mejores tarjetas de crédito

Paga menos cuando uses la tarjeta

Si tu banco te cobra una cuota de mantenimiento anual por tu tarjeta de crédito, pregúntate si realmente vale la pena seguir llevándola en la cartera. Los bancos cobran, por lo general, entre 40 y 50 euros por la emisión y la renovación anual de sus tarjetas de crédito. Sin embargo, hay entidades que no cobran ni un euro por ellas. Así que solo por este punto, te puede compensar buscar una tarjeta nueva.

El interés también marca la diferencia entre una tarjeta y otra. Este medio de pago tiene un tipo de interés medio del 18,42% y es posible que la tarjeta que te ofrezca tu banco opere con una cifra muy cercana a la anterior. Sin embargo, hay algunas que tienen un interés muy inferior o que, directamente, permiten aplazar el pago de las compras en varios meses sin intereses ni comisiones. Es decir, al 0% TAE, por lo que el ahorro es considerable.

Por ejemplo, pagar una compra de 1.500 euros con una tarjeta que tenga un interés del 18,42% y devolver el dinero en un año tendría un coste de unos 154 euros. Por su parte, realizar la misma operación con un plástico cuyo interés sea del 10% costaría unos 82 euros. O sea, un ahorro de 72 euros.

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Seguros de viaje gratuitos, regalos, descuentos en compras, devolución de un tanto por ciento de todo lo que gastes con la tarjeta… Algunos bancos incluyen este tipo de ventajas para incentivar el uso de sus plásticos.

Por ejemplo, la tarjeta de crédito WiZink Me te devuelve el 3% de lo que gastes en moda, ocio, viajes o alimentación, las dos categorías que tú escojas, con un máximo de seis euros al mes. Y no hace falta pagar a crédito para recibir la bonificación, sino que puedes pagar a fin de mes sin intereses. Así, si cada mes gastas 200 euros en el súper, al cabo de un año habrás ahorrado 72 euros. Además, si la solicitas ahora y usas la tarjeta durante el primer mes desde su aprobación, te llevarás de regalo un cheque de 60 euros para gastar en Amazon. La tarjeta WiZink Me no tiene cuotas de emisión ni de mantenimiento y la puedes solicitar sin cambiar de banco.

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Sin abrir una cuenta nueva

Por lo general, para solicitar una tarjeta de crédito nueva hace falta tener una cuenta corriente abierta en la entidad y domiciliar la nómina. Sin embargo, hay algunas que las puedes solicitar sin necesidad de cambiar de banco, ya que los recibos puedes domiciliarlos en una cuenta de otra entidad.

Una ventaja para todos aquellos que están satisfechos con su entidad, pero buscan una tarjeta de crédito mejor que la que les ofrece su banco o, simplemente, quieren tener una alternativa por si su tarjeta habitual falla algún día.

WiZink no es la única entidad que comercializa tarjetas sin cambiar de banco. Openbank también lo hace, así como Bankinter Consumer Finance, entre otras.