Gestionar el dinero en pareja puede ser un campo de minas si no se pone orden. La “técnica de las tres cuentas” es un método sencillo que funciona: una cuenta común para gastos del día a día, otra cuenta común para el ahorro/objetivos y una cuenta individual para cada uno.
Así se separa lo común de lo personal, se gana transparencia y se evitan roces (“¿esto lo pago yo o sale de la conjunta?”). Las cuentas compartidas son la pieza central de ese esquema: permiten varios titulares con la misma capacidad de operar y el banco emite tarjetas para cada titular, de modo que ambos pueden pagar, domiciliar recibos y seguir los movimientos desde la app con total claridad.
Una conjunta de gastos para el día a día (supermercado, vivienda, niños, etc.), a la que cada uno aporta una parte de su nómina —normalmente en proporción a los ingresos, aunque podéis pactar una cantidad fija—. Otra conjunta de ahorro/objetivos, idealmente remunerada, donde se va reservando dinero para metas comunes como la entrada de una casa o un coche, separada de los pagos corrientes. Y, por último, una cuenta personal para cada miembro, que recibe la nómina restante y permite cubrir caprichos y gastos individuales sin tocar el presupuesto común ni el ahorro.
Con este marco, en HelpMyCash hemos recopilado a las mejores opciones ahora mismo para gestionar el día a día.
Mejores cuentas compartidas: características y ventajas
Cuenta Revolut, una cuenta conjunta con IBAN español. Abrir la conjunta es tan simple como abrir primero la cuenta individual (gratuita) y añadir después a tu pareja como cotitular. Es una cuenta sin comisiones y sin condiciones, gestión 100% app y tarjeta para cada titular. Tiene un plus claro para quien viaja: permite sacar dinero y pagar en otras divisas con condiciones muy competitivas. Además de una operativa muy ágil para presupuestos compartidos (categorías, análisis de gastos, etc.). Y como guinda final, Revolut permite crear distintas subcuentas con las que los titulares pueden ahorrar para objetivos concretos: por ejemplo, las vacaciones.
La Cuenta Clara de Abanca es una cuenta conjunta, 100% online. No tiene comisión de mantenimiento ni de administración admite dos titulares, cada uno con tarjeta de débito gratuita. La operativa es plenamente digital (apertura y gestión desde la app). Destaca por su incentivo de bienvenida: si ambos titulares domicilian la nómina (de al menos 1.200 euros), pueden llevarse hasta 1.000 euros brutos en efectivo.
La Cuenta Online Sin Comisiones de BBVA admite dos titulares. De esta manera, se puede abrir la cuenta a nombre de dos personas, sin comisiones y con tarjeta Aqua Débito para cada titular (CVV dinámico y datos invisibles en la tarjeta). La propuesta de valor se completa con un paquete de incentivos escalonado que puede sumar hasta 760 euros brutos el primer año: 400 euros brutos de abono por domiciliar una nómina a partir de 800 euros, un plus de 120 euros brutos por usar la tarjeta, un extra de 120 euros brutos por domiciliar recibos y otros 120 euros brutos por activar Bizum.
La Cuenta NoCuenta de ING admite hasta dos titulares. Es cuenta corriente sin comisiones ni exigencias, que entrega tarjeta de débito gratis a cada uno. Las transferencias llegan en el mismo día y cuenta con un seguro de protección de pagos online. Es una opción sólida si buscáis una conjunta “de siempre” para gastos comunes, sin permanencias ni requisitos adicionales, y queréis mantener cada uno vuestra cuenta personal aparte.
La Cuenta Imagin es una cuenta sin comisiones que admite hasta cinco titulares. Se trata de una cuenta útil si vivís en pareja. Es sin comisiones ni condiciones, con app potente y, además, interesante para viajes: pagos en divisa y retiradas en el extranjero en condiciones favorables. Asimismo, ofrece una operativa moderna y colaborativa ideal si sois más de dos compartiendo gastos.
Un apunte final para elegir bien
Fijaos en tres cosas: comisiones (cero, de verdad), tarjetas gratis para cada titular y funciones de la app (avisos, categorización, control de gastos). Si además podéis aprovechar incentivos, mejor que mejor: es dinero que refuerza el fondo común y acelera el ahorro para metas compartidas. Y recordad: la cuenta individual de cada uno es tan importante como la conjunta; es el espacio para los caprichos y gastos personales sin afectar al proyecto a dos.
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