Ojalá me hubiese mirado las opiniones de la tarjeta de Financiera ECI antes de aceptarla. Sí, es gratuita hacerla pero en mi caso, hice una cola y lo hice yo sola con una máquina, por lo que ni siquiera puedo decir que el trato fue amable o que me explicaron nada. A partir de que firmas el contrato, ya puedes decirle adiós a tu estabilidad financiera, literalmente es venderle tu alma al diablo. Por ejemplo, digamos que compras una camisa por 44 euros y a la hora de cargar su recibo al mes siguiente (algo que se hace UN día del mes y no se vuelve a hacer ni se congela el saldo ni nada), hay algún problema (el que sea) y no tienes saldo. Pues automáticamente empiezan a llamarte desde números que parecen spam a todas horas y a los poquísimos días, tienes un recargo de 24 eurazos (nótese que es la mitad de lo que se pagó por el producto). A esto, súmale que tardas la vida en poder contactar con ellos y solo se puede hacer por teléfono y que, además de la falta de transparencia y los intereses, resulta que la interfaz que tienes (la app) te da información confusa (como que no debes nada) y desactualizada (como no ofrecerte tu extracto hasta el día en que tienes que pagar. Además de todo, tienen políticas ridículas de devolución (tienes que llamarlos para que te devuelvan el dinero si has devuelto un producto porque si no, asumen que es que no asumen que no lo necesitas) y así una larga listas de ridiculeces que al final dejan claro lo que están haciendo: haciéndose ricos a costa de gente humilde que ha caído en la trampa. Y está persona puede ser cualquiera, independientemente de su formación e inteligencia, ya sea porque no tienes tiempo para mirar la cuenta bancaria a diario, o no sabes gestionar una web ****, o no entiendes de interés compuesto o trabajas todo el día y no puedes contestar a llamadas misteriosas. Sinceramente, aplazar (un mes) una compra o dos al año NO compensa los dolores de cabeza que supone lidiar con esta institución.