Todo lo bueno se acaba, tarde o temprano. El euríbor a un año, que es el índice usado para calcular el interés de las hipotecas a tipo variable, cerrará el mes de octubre con un valor medio de alrededor del 2,187% y registrará su tercer incremento consecutivo. De este modo, se confirma el fin de la tendencia a la baja que esta referencia había mantenido entre finales de 2023 y mediados de 2025.
Pero lo realmente relevante es que los hipotecados empezarán a notar esta subida. Según el analista hipotecario del comparador financiero HelpMyCash, Miquel Riera, “las cuotas subirán un poco para aquellas personas cuyo interés se revise de manera semestral”. El especialista asegura que esto no ocurría desde el mes de noviembre de 2023.
Subidas con revisión semestral
Riera recuerda que el interés de las hipotecas variables suele revisarse cada seis o 12 meses, dependiendo de lo que se indique en cada escritura. Así, como el euríbor de octubre de 2025 será superior al registrado hace un semestre (2,143%), el interés de los préstamos que se actualicen semestralmente con este valor se incrementará, lo que encarecerá el importe de las cuotas mensuales.
Desde HelpMyCash ofrecen un ejemplo práctico: el de una persona que tiene una hipoteca variable media de 150.000 euros con un plazo de devolución de 25 años y un interés de euríbor más 1%. Si se revisa semestralmente con el valor de octubre del índice de referencia, sus cuotas subirán de los 722,50 a los 726 euros mensuales, aproximadamente. Por lo tanto, habrá que pagar unos 3,50 euros más al mes y algo más de 20 euros más el próximo semestre.
Pero ¿qué hay de las hipotecas que se revisan anualmente? En este caso, como el euríbor de hace un año fue superior (2,691%), sus cuotas bajarán. Para el mismo ejemplo anterior, las mensualidades bajarán de los 766 a los 726 euros, aproximadamente, así que el titular medio se ahorrará unos 40 euros al mes, que son unos 480 euros al año.
El comparador financiero dispone de un simulador de revisión de hipoteca que permite calcular cómo cambiarán las cuotas en función de las condiciones del préstamo del usuario: importe y plazo pendientes, tipo de interés y periodicidad de actualización. Es una herramienta gratuita que se puede utilizar sin necesidad de registrarse.
Estabilidad en los tipos
El cambio de tendencia del euríbor no es casual. Según el analista de HelpMyCash, Miquel Riera, este índice representa el interés medio al que las principales entidades financieras europeas se prestan dinero entre ellas. Y por este motivo, depende en gran medida de la evolución de los tipos oficiales del Banco Central Europeo (BCE).
“Cuando la previsión es que el BCE baje sus tipos”, explica Riera, “el euríbor desciende en los meses posteriores al recorte, que es lo que ha ido ocurriendo entre finales de 2023 y mediados de 2025”. Pero los pronósticos han cambiado: con la inflación de la eurozona bajo control, alrededor del 2%, el consenso actual del mercado es que el Banco Central Europeo no volverá a tocar sus intereses en lo que queda de año.
En consecuencia, la previsión del comparador HelpMyCash es que el euríbor, tras su última corrección al alza para adaptarse a las nuevas circunstancias, tenderá a estabilizarse y acabará el año con un valor de entre el 2,1% y el 2,2%. Para los hipotecados a tipo variable que tengan su revisión próximamente, eso supondrá ligeros incrementos de cuota si su interés se actualiza semestralmente y rebajas de mensualidad si su tipo se revisa una vez al año.
¿Momento para pasarse al tipo fijo?
A medio y a largo plazo, en cambio, es imposible hacer predicciones, dado que todo dependerá de factores tan impredecibles como la evolución de la economía y del consumo de la eurozona o del desarrollo de conflictos bélicos o políticos. Pero si se atiende a los valores históricos del euríbor, se puede afirmar con certeza que este índice experimentará tanto subidas como bajadas en las próximas décadas.
Pero los titulares de una hipoteca variable no tienen por qué mantenerse impasibles ante los vaivenes del euríbor. Según Riera, si prefieren pagar una cuota estable, tienen la opción de convertir su interés en fijo mediante un pacto con su propio banco (novación), el traslado a otra entidad (subrogación de acreedor) o la contratación de un préstamo hipotecario nuevo para cancelar el suyo.
El proceso es parecido al de contratar una hipoteca nueva, pero sin tener que preocuparse por el vencimiento de un potencial contrato de arras: se puede hablar con varios bancos directamente o dejarlo todo en manos de un bróker para que se encargue de las negociaciones. El coste de pasar una hipoteca variable a fija suele ser de unos pocos cientos de euros.
Desde HelpMyCash afirman que este puede ser un buen momento para llevar a cabo este cambio, dado que varios bancos ofrecen intereses fijos de alrededor del 2%. Eso sí, cuanto antes se produzca la conversión, mejor, dado que algunas entidades han empezado a subir sus tipos y es muy probable que otras tantas sigan el mismo ejemplo en los próximos meses.
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