El Banco Central Europeo volvió a dejar sin cambios el precio del dinero en su última reunión celebrada en septiembre: la facilidad de depósito se sitúa en el 2%, tipo de refinanciación, en el 2,15% y facilidad marginal en el 2,40%.

La decisión en sí no sorprendió; lo verdaderamente importante fue el mensaje. Con la inflación estabilizada cerca del objetivo del 2%, un mercado laboral más equilibrado y la confianza económica mejorando, el BCE transmitió la idea de que no ve necesario recortar más a corto plazo.

Tras los 200 puntos básicos de bajadas acumuladas desde 2024 y la pausa iniciada en julio, el tono actual suena a “nivel neutral”: el banco prefiere observar los datos antes que mover ficha de nuevo. En la práctica, eso significa que podríamos haber tocado el suelo de este ciclo. ¿Hay margen para algún recorte adicional si la actividad se enfría más de lo previsto? Sí, pero hoy por hoy la escena base es la de unos tipos estables durante varios meses.

¿Qué supone este nuevo escenario para el mercado hipotecario? En HelpMyCash hemos analizado las consecuencias para quienes quieren pedir una hipoteca como para los que ya la tienen.

Si estás pensando en pedir una hipoteca

Con tipos oficiales anclados y sin señales de más recortes a corto plazo, no es realista esperar una nueva tanda de abaratamientos generalizados en las ofertas de hipotecas a tipo fijo ni a tipo variable o mixto. Los bancos ya han ajustado precios durante el último año y, salvo que una entidad quiera cerrar el ejercicio mejorando su volumen de crédito con una campaña puntual, lo normal es que las ofertas se mantengan en rangos similares a los actuales.

En este contexto, lo sensato es comparar por TAE (para recoger intereses, comisiones y bonificaciones), priorizar propuestas con vinculación mínima y decidir en función de tu presupuesto y horizonte: fijo si necesitas estabilidad total de cuota, mixto si quieres blindarte unos años y dejar la puerta abierta a un variable más adelante, o variable si tu colchón y tu renta soportan posibles subidas futuras. Si hoy tienes una buena oferta que encaja con tus números, no tiene mucho sentido esperar a una rebaja que el propio BCE está sugiriendo que no llegará a corto.

Las rebajas en las cuotas hipotecarias llegan a su fin

En las hipotecas variables, el euríbor se está estabilizando alrededor del 2,1%. Eso seguirá dando alivio a quienes revisen su préstamo en los próximos meses si venían de referencias más altas, pero ese alivio será cada vez menor.

La razón es simple: a medida que tu tipo anterior se acerca al nivel actual, la diferencia que te abarata la cuota se estrecha. Por ejemplo, una hipoteca de 150.000 euros a 25 años que pase del 3,0% al 2,1% reduce la letra en torno a 70 euros al mes, mientras que si pasas del 2,4% al 2,1% el recorte ronda 20–25 euros.

El tramo grande de la bajada ya se ha producido; lo que queda por delante son ajustes residuales.