Con ellos pedí la hipoteca y me sacaron hasta los ojos (aparte fueron las meteduras de pata de la tasadora al determinar que la edificación era ilegal, algo que me desmintió el Ayto.). Ahora, una vez cancelada, cuando al fin me creía libre, me empiezan a cobrar 12 € al mes de comisión de mantenimiento. Pues muy bien, hasta aquí hemos llegado. Llevaba con ellos desde el año 1994, pero me llevo la nómina a ING y allá les zurzan. Otro día seguiré.