Para abrir la cuenta y pedir la hipoteca, alfombra roja. Después de eso todo pegas, inconvenientes, información **** y sobretodo cobros y gastos.
No conocen la palabra mandar por valija, por lo que tienes que ir en persona a la entidad donde has contratado tus servicios, así se encuentre está en Perú.
Necesitaba los movimientos del año anterior y tuve que ir a la propia oficina para que me den unos papeles impresos por ambas caras, en distinto orden y que ni el sello me pusieron.
Me **** con la bonificación en la contratación de productos.
No me dejaban salir de una cuenta continua, pese a que no había ningún producto, ni duda que constara en ella y aunque la otra parte hubiera fallecido.
Los intereses más caros de mantenimiento de cuenta que he tenido en mi vida (43 años, cotizando desde los 17 años).
Tengo que cobrar el importe del seguro de vida, y me dicen que no hay importe ninguno porque es seguro decreciente, aunque el seguro me garantiza lo contrario.
Mañana voy al fin, si todo sale bien, a cerrar definitivamente la cuenta y no volveré jamás. Y al que me pregunte, ni loco entres ahí.