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Este listado ha sido elaborado por HelpMyCash.com. La información presentada ha sido investigada por el equipo editorial y, en algunas ocasiones, proporcionada por las propias entidades. Muchos o todos los productos que aparecen aquí son ofrecidos por nuestros socios comerciales. Esto puede influir en el lugar en el que aparece el producto en el listado, pero no influye en nuestra evaluación. Para ello, tenemos en cuenta diferentes criterios objetivos: la rentabilidad, la inversión mínima exigida, si cuentan o no con una promoción y la opinión de nuestros usuarios. Nuestras valoraciones son propias. Actualizamos las ofertas y la información periódicamente. ¿Has encontrado algún error? Por favor, escríbenos un e-mail a atencion-al-cliente@helpmycash.com para que podamos corregirlo.

invertir

¿Qué significa invertir?

Invertir es destinar una cantidad de dinero a un producto financiero para conseguir ganancias. No es lo mismo que ahorrar. Cuando ahorramos nuestro objetivo es guardar cierta cantidad de dinero para tenerla disponible en un futuro; sin embargo, cuando invertimos nuestra meta es multiplicar nuestro dinero, es decir, obtener unas ganancias.

 

Cualquier inversión conlleva un riesgo, por pequeño que sea. Y cuanto mayor sea el riesgo que estemos dispuestos a asumir, mayor será la rentabilidad a la que podremos aspirar.

 

El interés por empezar a invertir ha aumentado mucho

Una nueva generación de inversores, muchos de ellos jóvenes, ha comenzado a invertir durante la pandemia. Un estudio de Schwab presentado en abril de 2021 reveló que el 15% de los inversores actuales que operan en el mercado de valores de los Estados Unidos comenzó a invertir en 2020.

¿Por qué se ha disparado el interés por empezar a invertir? Hay varias razones, pero sin duda la facilidad para comenzar a hacerlo gracias a las nuevas apps de inversión, que son sencillas de usar y permiten invertir desde importes muy bajos con tarifas muy reducidas, es una de las principales.

Detrás de este aumento del número de inversores también se encuentran los bajos tipos de interés, las revalorizaciones estratosféricas de algunas acciones debido a la volatilidad del mercado, el aburrimiento durante el confinamiento y el incremento del dinero ahorrado en aquellas familias que han mantenido sus ingresos, pero que, debido al cerrojazo comercial, no han podido gastarlo. Además, las redes sociales y los foros virtuales también han empujado a muchos consumidores a empezar a invertir, en muchos casos por la presión que supone la idea de perder la oportunidad de ganar dinero. 

Sin embargo, esta facilidad para comenzar a invertir, así como el efecto llamada de las redes sociales y los foros de Internet, también pueden convertirse en un arma de doble filo, ya que pueden provocar que muchos consumidores comiencen a invertir sin tener los conocimientos necesarios y asuman un riesgo excesivo que puede acabar provocando pérdidas elevadas de dinero. 

Diccionario básico: conceptos clave que debes conocer antes de invertir

Antes de dar nuestros primeros pasos en el mundo de la inversión, es importante conocer una serie de conceptos básicos que nos ayudarán a tomar las decisiones correctas y a invertir con criterio.

  • Inflación: es el aumento de los precios durante un período de tiempo concreto. La inflación afecta directamente a nuestro poder adquisitivo. Si, por ejemplo, la inflación sube un 50% este año, significa que con el mismo dinero el próximo año podremos comprar la mitad de productos y servicios que hoy. Invertir nos permite mantener nuestro poder adquisitivo si conseguimos que nuestro dinero crezca al mismo ritmo que la inflación.

  • Diversificación: consiste en disminuir el riesgo de nuestra cartera al invertir nuestro dinero en diferentes empresas, sectores, países, divisas... 

  • Volatilidad: es la frecuencia con la que un activo sube o baja de precio. Una acción muy volátil, por ejemplo, es aquella cuyo valor cambia regularmente, mientras que otra que se mantenga relativamente estable tendrá una volatilidad baja.

  • Bolsa: es un mercado en el que se intercambian (se compran y se venden) acciones, así como otros instrumentos financieros. 

  • Bróker: técnicamente, un bróker es una persona o una organización que actúa como intermediario entre un comprador y un vendedor, es decir, es la persona o institución autorizada para operar en los mercados financieros. Un bróker nos permite comprar y vender acciones, así como otros productos de inversión. Por su parte, un bróker online es aquel que opera por Internet, es decir, que permite al cliente comprar y vender activos electrónicamente.

  • Cuenta de valores: es un producto necesario para operar en la bolsa, ya que permite custodiar activos financieros como acciones y operar con ellos. Su funcionamiento es similar al de una cuenta corriente, pero en lugar de guardar dinero en ella, sirve para mantener productos de inversión.

  • Índice bursátil: se trata de una medida de referencia formada por una serie de valores que cotizan en el mercado. El IBEX 35 español, el S&P 500 estadounidense, el DAX 30 alemán o el FTSE 100 británico son índices bursátiles. Los índices se representan con números y se calculan en función de la cotización de cada uno de los valores que están incluidos en dicho índice. Por ejemplo, el IBEX 35, el más importante de España, se compone de los títulos de las 35 empresas con más liquidez de la bolsa española. Se utiliza para conocer la evolución del sistema bursátil de un país o para ver cómo ha variado la rentabilidad de un conjunto de activos.

  • Renta variable: son acciones. Este tipo de inversión suele implicar un riesgo mayor que la renta fija, ya que la volatilidad suele ser mayor, pero también permite obtener unas ganancias superiores.

  • Renta fija: es deuda emitida por un estado o por una empresa. En esta categoría se incluyen, por ejemplo, los bonos. El inversor que invierte en renta fija presta un dinero a una institución con el objetivo de que, en un plazo de tiempo concreto, se le devuelva junto con unos intereses. La renta fija suele estar dirigida a los inversores conservadores.

Las 7 reglas de oro para invertir

  1. Planificar la inversión: es importante determinar cuál es nuestro objetivo, cuánto dinero podemos invertir y en qué plazo queremos alcanzar nuestra meta. 

  2. Disponer de un fondo de emergencia: antes de invertir, debemos mantener un colchón financiero para hacer frente a posibles imprevistos. Además, no es recomendable invertir aquel dinero que vayamos a necesitar a corto plazo. Para calcular el fondo de emergencia se pueden tomar en cuesta los gastos fijos de un mes en vivienda, transporte, etc. (por ejemplo, unos 1.000 euros) y multiplicar esto por, mínimo, tres meses (esto daría unos 3.000 euros). Si preferimos tener más margen, sería cuestión de multiplicarlo por cuatro o cinco.

  3. Invertir solo en productos que entendamos: debemos elegir los productos adecuados para nosotros y aquellos que se adapten a nuestro perfil de riesgo. Nunca debemos invertir en un producto que no entendamos.

  4. Largo plazo: las rentabilidades pueden ser mejores si aprovechamos la tendencia alcista que, normalmente, tienen los mercados a lo largo de los años.

  5. Diversificar: es importante diversificar nuestra cartera, tanto en lo relativo a los activos como a las zonas geográficas. Así, conseguiremos reducir el riesgo.

  6. Ahorro constante: es conveniente ser disciplinado para seguir la estrategia de inversión o el plan que nos hayamos marcado.

  7. Estar atentos y no dejarse llevar por las emociones: debemos ser pacientes y no tomar decisiones impulsivas. Además, debemos revisar con frecuencia la evolución de nuestras inversiones.

reglas de oro para invertir

Productos para invertir en 2023

En esta lista verás los productos donde invertir tu dinero. Hay una gran cantidad de instrumentos financieros y estos son algunos de los más populares:

  • Acciones: es una de las partes en las que se divide el capital social de una empresa. Cada accionista es el dueño de una pequeña parte de la compañía, equivalente al porcentaje que representan sus acciones sobre el total. Estos títulos, que se enmarcan dentro de la categoría de renta variable, pueden subir o bajar de precio, se pueden comprar o vender libremente y no tienen una rentabilidad garantizada, por lo que pueden suponer ganancias o pérdidas para su dueño. ¿Cómo invertir en bolsa hoy en día? Aunque antaño las acciones eran un instrumento financiero al que no todo el mundo podía acceder, hoy en día gracias a los brókeres online cualquiera puede comprar acciones. 

  • Fondos de inversión: son un activo financiero que invierte las aportaciones de muchos clientes de forma conjunta en una cesta de activos compuesta por distintos títulos. La distribución de la cartera varía en función del fondo, pero suele combinar diferentes instrumentos financieros y plazos con el objetivo de diversificar la inversión. El valor del fondo varía en función de cómo se comporten los activos que lo componen. La sociedad gestora se encarga de invertir el dinero de los clientes del fondo en base a una estrategia definida previamente. Las participaciones en un fondo de inversión se pueden traspasar o liquidar fácilmente y muchos admiten aportaciones reducidas, por lo que se puede invertir en un fondo de inversión con poco dinero.

  • ETF: este producto, también conocido como fondo cotizado, es un híbrido entre un fondo de inversión y una acción. Los ETF replican un índice, por ejemplo el S&P 500, es decir, su rendimiento se calcula en función de cómo se comportan los valores que forman parte del índice de referencia. A diferencia de un fondo de inversión, las participaciones de un ETF cotizan en bolsa y se compran y se venden en el mercado bursátil.

  • Bonos, obligaciones y letras: son instrumentos de renta fija emitidos por un estado o una empresa que se compromete a reembolsar el dinero que haya invertido el comprador de la deuda junto con un cupón (los intereses). Estos productos son muy usados por las administraciones públicas y las corporaciones para financiarse. A pesar de ser instrumentos de renta fija y de tener un interés definido desde el principio, se pueden comprar y vender en los mercados y podemos ganar o perder dinero con ellos. Mientras que las letras tienen un plazo corto, los bonos son valores a medio plazo y las obligaciones, a largo plazo.

  • Planes de pensiones: son productos pensados para invertir de cara a la jubilación, es decir, a largo plazo. Los planes de pensiones tienen un funcionamiento similar al de un fondo de inversión, pero a diferencia de este el inversor puede deducirse las aportaciones que realice al plan de pensiones del IRPF con un máximo anual. La sociedad gestora del plan se encarga de invertir el dinero de los ahorradores en una serie de activos en función de la estrategia del producto y la rentabilidad del plan varía en función de cómo se comporten dichos activos. 

  • Materias primas: son productos que necesitan transformarse para convertirse en bienes de consumo y se puede invertir en ellos. Gracias a los derivados financieros, es posible invertir en materias primas sin necesidad de tenerlas físicamente. Las materias primas más comunes en las que se invierte son el oro, la plata, el maíz, el café, el azúcar o el petróleo.

  • Criptomonedas: se trata de un activo financiero relativamente nuevo. Una criptomoneda es una moneda virtual que puede intercambiarse y que se basa en un sistema criptográfico para garantizar la seguridad de las transacciones. Algunas de las más conocidas son el bitcoin, el litecoin o el ethereum. Se caracterizan por su gran volatilidad y se pueden comprar y vender a través de un exchange online. 

  • Derivados financieros: a grandes rasgos, un derivado es un producto cuyo valor dependen de otro activo, conocido como activo subyacente. Estos activos de los que depende el derivado pueden ser, por ejemplo, materias primas, acciones, índices, divisas... Son productos complejos y no están recomendados para inversores que acaben de iniciarse en el mundo de la inversión. Algunos de los más conocidos son los swap, las opciones, los futuros, los warrants, los CDO, etc.

¿Qué son los productos complejos y los no complejos?

Los instrumentos financieros para invertir pueden ser complejos o no complejos. Esta clasificación viene dada por la normativa MiFID II y en España la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) establece también esta regulación.

Productos no complejos Acciones cotizadas en mercados regulados, Letras del Tesoro, bonos y obligaciones del Estado, pagarés, bonos y obligaciones de administraciones públicas, fondos de inversión tradicionales, etc.
Productos complejos Futuros, opciones, swaps, warrants, turbowarrants, CFD, fondos hedge funds, productos estructurados, etc.

¿Dónde empezar a invertir mis primeros ahorros?

Si queremos empezar a rentabilizar nuestro dinero, pero no sabemos dónde invertir o cómo hacerlo, necesitaremos, primero, definir nuestra estrategia (esto incluye decidir en qué productos queremos invertir) y, segundo, encontrar un intermediario que nos permita llevarla a cabo. Puede ser nuestro banco u otra entidad como, por ejemplo, un bróker online o un roboadvisor.

Es importante remarcar que no todas las entidades permiten invertir en todos los productos. Por ejemplo, algunos brókeres online ofrecen un catálogo de productos muy limitado (por ejemplo, solo permiten invertir en un puñado de acciones de un país en concreto), mientras que otras entidades ofrecen un catálogo de servicios amplio que incluye acciones de varios mercados internacionales, fondos de inversión, planes de pensiones, etc.

Atención

Antes de escoger un intermediario financiero, debemos comprobar que se trata de una entidad autorizada y no de un chiringuito financiero, especialmente si recibimos una oferta por teléfono, e-mail o redes sociales sin haberla solicitado o si encontramos publicidad en Internet de una entidad que no conocemos que ofrece grandes rentabilidades. Para ello, podemos consultar los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

¿Qué es un robo advisor?

Un roboadvisor es un gestor automatizado que se encarga de proponernos una cartera de inversión que se adapte a nuestras necesidades (objetivos, aversión al riesgo y rentabilidad deseada), con la ventaja de que suele tener comisiones inferiores a los brókeres de los bancos. Operan por Internet y suelen ofrecer carteras de fondos indexados, ETF o planes de pensiones. A diferencia de un bróker, el cliente no envía órdenes de compraventa sobre productos concretos, sino que, tras responder a un cuestionario, contrata una cartera de inversión personalizada que le ofrece el roboadvisor y que, a lo largo del tiempo, se irá adaptando para ajustarse a su perfil.

Nos interesa si queremos invertir en planes de pensiones, fondos indexados o ETF y ahorrar en comisiones. También son un servicio adecuado para aquellos inversores que quieran dar sus primeros pasos en este mundo, ya que en lugar de tener que buscar ellos mismos los productos en los que invertir, el roboadvisor les ofrecerá una cartera de productos adaptada a su perfil.

 

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¿Quieres saber cuáles son los mejores robo advisors? Descubre aquí cuál encaja con tus preferencias.

 

¿Qué es un bróker online?

Un bróker online es un intermediario entre nuestro dinero y el mercado y es el encargado de encontrar un vendedor cuando emitimos una orden de compra y un comprador cuando queremos deshacernos de un activo, con la particularidad de que, al ser online, opera únicamente a través de Internet. Así, se trata de una figura imprescindible a la hora de invertir.

Durante los últimos años han surgido multitud de brókeres online que nos permiten invertir en la bolsa tanto española como extranjera, lo que ha repercutido positivamente en el cliente; al haber más competencia, las comisiones para invertir se han reducido y han aparecido, incluso, brókeres online low cost que no cobran comisiones de compraventa. Estos intermediarios financieros permiten invertir en multitud de productos a través de Internet, así como en muchos mercados.

Nos interesa si queremos invertir por nuestra cuenta en acciones, ETF, derivados financieros u otro tipo de producto y llevar a cabo una gestión activa de nuestras inversiones. Nosotros seremos los encargados de decidir qué productos compramos, analizar la rentabilidad de nuestra cartera y vender los productos cuando hayamos cumplido nuestro objetivo. Para ello, simplemente tendremos que trasladarle al bróker las órdenes de compraventa que deseemos llevar a cabo, un proceso que podemos realizar a través de nuestro móvil o de la web. Los brókeres online suelen incluir herramientas para que el cliente pueda gestionar su inversión como, por ejemplo, análisis y gráficos. Tendremos que pagar una serie de comisiones en función de las operaciones que llevemos a cabo. 

¿Se puede invertir sin riesgo?

Cualquier inversión conlleva un riesgo. La CNMV define el riesgo como la "incertidumbre sobre la evolución de un activo e indica la posibilidad de que una inversión ofrezca un rendimiento distinto del esperado". Es decir, el riesgo implica que nuestra inversión pueda no ir como nosotros habíamos esperado inicialmente y que, incluso, perdamos dinero.

Inevitablemente, asumimos riesgos cuando invertimos en acciones, fondos, renta fija o cualquier otro producto, ya que la rentabilidad final puede no ser la esperada. No obstante, si no asumimos un mínimo de riesgo, nuestras posibilidades de ganar dinero con nuestra inversión se reducen casi al mínimo. De hecho, no asumir riesgos puede implicar, incluso, empobrecernos, ya que difícilmente seremos capaces de conseguir que nuestro dinero crezca al mismo ritmo que la inflación.

Los efectos de la inflación

Nuestro dinero ahora no vale lo mismo que hace una década. Un ejemplo: entre noviembre de 2010 y noviembre de 2020, la inflación acumulada ha sido del 9,3%, lo que significa que hace diez años con 10.000 euros podíamos adquirir los mismos productos y servicios que hoy con 10.930 euros. Para mantener nuestro poder adquisitivo durante la última década, nuestra cartera de inversión debería tener una rentabilidad acumulada como mínimo del 9,3%.

 

No olvidemos que rentabilidad y riesgo son dos conceptos que van de la mano y que, por regla general, cuanto mayor sea el riesgo que asumamos, mayor será la rentabilidad que podremos esperar. 

3 perfiles de riesgo

Antes de comenzar a invertir, debemos conocer nuestro perfil de riesgo, es decir, el riesgo que estamos dispuestos a asumir y la rentabilidad que esperamos lograr. Podemos encontrar tres perfiles:

  • Conservador: el inversor conservador es aquel que tiene poca tolerancia al riesgo y que no está dispuesto a perder un porcentaje importante de su dinero. Un inversor conservador suele escoger productos que no sean excesivamente arriesgados como, por ejemplo, instrumentos de renta fija y acostumbra a esperar un rendimiento reducido. 

  • Moderado: se trata de un inversor prudente, pero capaz de asumir un riesgo moderado con el objetivo de incrementar su capital. Suele combinar productos de renta fija con renta variable. 

  • Agresivo: este tipo de inversor tiene como objetivo conseguir la máxima rentabilidad posible, por lo que está dispuesto a asumir el riesgo que haga falta para lograrla.  

¿Dónde invertir dinero de forma segura?

Para saber dónde invertir el dinero de forma más segura, si nos referimos a nivel de entidades, debemos tener claro que estas siempre deben de estar reguladas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores o CNMV. Esto garantiza que son entidades supervisadas correctamente y que hay un organismo que regula su funcionamiento.

Otra opción es destinar el dinero a depósitos a plazo fijo, que generan algo de rentabilidad y que sirven para paliar en parte los efectos de la inflación.

Inversión o depósito: ¿qué es mejor para mí?

Escoger un producto de inversión o un depósito a plazo fijo dependerá del tipo de inversor que seamos y de las siguientes características:

  1. Tolerancia al riesgo. Invertir significa tomar riesgo sobre el dinero, por lo que si no estás dispuesto a asumir pérdidas sobre el dinero, lo mejor es que busques un producto como los depósitos bancarios, en los que sabrás desde un primer momento las ganancias que tendrás al vencimiento. Además, el dinero estará protegido por un Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) incluso si la entidad quiebra.

  2. Rentabilidad que queremos obtener. Con la inversión, dependiendo del tipo de producto que se escoja, la rentabilidad potencial a ganar es muy alta. Sin embargo, con un depósito, actualmente las rentabilidades son bajas, llegando al 1,17% TAE en el mejor de los casos.

  3. Horizonte temporal en el que no se necesite el dinero. Si no se tiene experiencia en la inversión, con un producto de inversión lo más recomendable es marcarse un horizonte temporal de largo plazo, a unos cinco años o más, ya que invertir en corto es muy complejo y, además, a largo plazo lo habitual es beneficiarse de la tendencia al alza de los mercados. Con un depósito el horizonte temporal se conoce en todo momento, ya que se sabe cuando vencerá y, por lo general, son tiempos inferiores a 5 años.

  4. Conocimientos para contratar un producto más o menos complejo. Invertir requiere conocer y entender el producto que estamos contratando, ya que hay riesgo sobre el dinero y es esencial saber a qué nos estamos exponiendo. Por otro lado, un depósito es un producto más simple y es sencillo entender cómo funciona.

  5. Control de las emociones. Invertir requiere tener un control de las emociones ya que a lo largo del tiempo veremos cambios en los mercados que pueden afectar en positivo o negativo a nuestro dinero. Por eso, hay que tener mente fría y poder controlar los impulsos de vender todo o comprar más. Por el contrario, los depósitos no requieren tener este control de las emociones ya que las ganancias se conocen desde antes de contratarlo y no varían durante el tiempo del depósito.

  6. Cantidad de dinero de la que se dispone. Debemos controlar, en todo momento, el mínimo de dinero que piden los productos de inversión y los depósitos. Actualmente, para conseguir buenas rentabilidades en depósitos, lo habitual es que el mínimo de dinero sea de 10.000 euros, por lo que hay que disponer de él para contratar uno de los mejores. En inversión el mínimo para contratar un producto también depende de este producto y de la entidad, pero actualmente hay servicios adecuados para inversores principiantes a los que se puede acceder desde mínimos muy bajos. 

¿Cómo empezar a invertir con poco dinero?

Invertir con poco dinero es posible y hay varias opciones para hacerlo. Se pueden comprar acciones a través de brókers o comprar acciones fraccionadas, también invertir en fondos de inversión del banco (por ejemplo) o destinar el dinero a comprar bonos de deuda pública. Sin embargo, actualmente, una de las opciones de inversión desde cantidades bajas (desde 150 euros) y que también tiene muy bajas comisiones para el usuario son los robo advisors.

Con un robo advisor contratarás una cartera de inversión (es decir, un conjunto de fondos de inversión), un plan de pensiones (con varios fondos también) o un plan de ahorro.

¿Cómo te ayuda la tecnología en el mundo de la inversión?

La tecnología nos permite invertir de forma más fácil, más económica y con más información. Gracias a Internet, hoy en día es posible contratar los servicios de un bróker online y comenzar a invertir en cuestión de minutos por la Red con muy poco dinero. Además, la tecnología también permite que los intermediarios procesen órdenes a mucha velocidad, por lo que las órdenes de compraventa de los clientes se pueden liquidar en fracciones de segundo.

La diversidad es otra de las ventajas que ha traído la tecnología. Podemos invertir en multitud de productos que cotizan en mercados de todo el mundo y podemos hacerlo por un precio menor. Durante los últimos años han aparecido brókeres low cost y roboadvisors que permiten invertir con unas comisiones muy inferiores a las que cobran los bancos tradicionales. 

Internet también ha traído otra ventaja para los inversores: un mayor acceso a la información. Podemos consultar las cotizaciones de cualquier acción al minuto, leer las declaraciones de los directivos de las compañías en las que invertimos, buscar análisis de expertos y conocer la actualidad. 

En resumen, estas son las ventajas de la tecnología para invertir:

  • Más facilidad para invertir gracias a Internet

  • Acceso a mercados internacionales y a una amplia variedad de productos

  • Mayor competencia de brókeres, lo que se traduce en comisiones más bajas

  • Información al alcance de todos

Inversión sostenible o inversión ISR

La inversión sostenible o inversión responsable es la que se centra en aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo para tener un impacto social positivo.

¿Cómo podemos practicar una inversión responsable? Debemos invertir nuestro dinero en productos y activos que vayan alineados con estos principios, por ejemplo, los fondos de inversión que tienen ISR en su nombre (Inversión Socialmente Responsable).

Si quieres saber más sobre este tipo de inversión, puedes consultar toda la información en nuestra página sobre inversión ISR.

Novedades sobre invertir

El mundo de la inversión está en constante movimiento y siempre hay nuevos actores en el mercado, cambios en las empresas o productos u otras novedades. Los resumimos aquí:

El gobierno pretende limitar la inversión tipo 'crowdfunding'

El Gobierno intentará establecer un límite de 1.000 euros o el 5% de la riqueza (incluyendo propiedades y fondos de pensiones) para las inversiones tipo crowdfunding. Los usuarios que quieran destinar más dinero podrán hacerlo, pero tendrán que dar su consentimiento expresamente a la empresa de servicios.

La inversión sostenible crece

Según el informe de la consultora VDOS la inversión sostenible creció en marzo de 2021 en más de mil millones de euros, una tendencia que ya asomaba durante el año 2020. En ese año, según el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (OFISO), la inversión sostenible habría crecido un 45% más que el año anterior.

La tendencia es la inversión en hidrógeno

El banco BBVA se ha sumado a la Alianza Europea del Hidrógeno, para apoyar y subvencionar la industria que produce esta energía. La Comisión Europea prevé instalar electrolizadores para que la producción de hidrógeno limpio alcance casi ocho millones de toneladas al año en el 2030. Debemos ser conscientes del riesgo que esto conlleva.

Los asesores de fondos de inversión se regularizan

La nueva regulación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha impulsado a la mayor parte de asesores de fondos de inversión a registrarse como Empresas de Asesoramiento Financiero (EAF). El cambio es significativo, ya que entre otras cosas, para constituir una EAF se requiere tener un capital mínimo de 50.000 euros, mientras que en una sociedad limitada (lo que ocurría hasta ahora) tan solo eran 3.000 euros.

Fluidra sustituirá a Bankia en el Ibex 35

La fusión de Bankia y CaixaBank ha supuesto la próxima entrada de Fluidra, la empresa dedicada al sector de las piscinas, en el Ibex 35. La empresa es uno de los 26 valores que más dinero ha movido de media al día en los últimos 6 meses según datos de Bloomberg y su liquidez ha sido el principal factor en el que se han fijado los expertos para su inclusión en el índice.

La inversión en 'start ups' de salud marca un récord

Según el informe Bioregió de Catalunya 2020, presentado por las entidades Biocat y CataloniaBio&Healthtech, la financiación conseguida en 2020 para las start ups de salud fue de 226 millones de euros. En el año 2019 había sido de 140 millones. El estudio incluye empresas del sector biofarmacéutico, de la medicina tecnológica, de ciencias de la vida y de servicios I+D, entre otras, todas de Cataluña.

Preguntas frecuentes sobre invertir

Como usuarios, el mundo de la inversión puede generar numerosas dudas, por lo que desde HelpMyCash.com añadimos aquí algunas de las más frequentes:

Actualmente es muy fácil invertir el dinero de forma online, desde nuestro ordenador o incluso desde el teléfono móvil. Plataformas de bancos, brókers online y robo advisors nos permiten acceder a estos servicios. Lo que tendremos que hacer será simplemente entrar en su página web o descargar la aplicación y seguir los pasos que nos indiquen.
Para invertir en oro hay varias opciones de producto o activos. Una de ellas es comprar el oro físico, directamente, aunque debemos de tener en cuenta que tendremos que almacenarlo. Otra, por ejemplo, comprar acciones de empresas que vendan oro o, también, contratar un fondo de inversión o un fondo de inversión indexado que contengan acciones de estas empresas. Por último, también se puede invertir en oro con derivados o con un ETF.

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