**** constante para una deuda impagada y muy mala educación, es más: Me llamaban a mi por teléfono de malas formas para reclamarme una deuda de una difunta señora que había fallecido el mes de junio , con la cual si que yo había sido su administradora en vida, pero les advertí que eso ya lo tenían que hablar con el heredero y no conmigo. Aún a pesar de advertirles en varias ocasiones, tuvieron la osadía de decirme que continuarían llamándome a mi, hasta que acabé con la historia: Me instalé gratuitamente una aplicación llamada **** en mi portátil la cual graba todas las conversaciones automáticamente, y advertí a esta mal educada que la estaba grabando y que la podía denunciar por **** y LA HISTORIA DE ESA **** SE ACABÓ.