Si algo hemos aprendido como internautas es que la velocidad de Internet juega un factor crucial para disfrutar de la red. Por ello, saber comprobar la velocidad ADSL es algo básico, sobre todo si detectamos que algo no funciona correctamente. En esta página revisamos paso a paso cómo comprobar los megas a los que navegamos.
Los megas que recibimos con una conexión a Internet a través de ADSL rara vez es la que nos venden. Es más, lo normal es que las compañías nos "seduzcan" con velocidades máximas que difícilmente alcanzaremos la mayoría de nosotros. Por lo tanto, ¿cómo podemos saber cuál es la velocidad real que nos llega?
El método para comprobar los megas de ADSL que nos llegan es realmente sencillo: sólo necesitamos realizar un test de velocidad y sabremos la cifra exacta. Este procedimiento solo nos llevará un par de minutos y puede darnos mucha información sobre el estado de nuestra conexión.
Para aquellos que nunca han hecho la prueba, lo resumimos en tres pasos:
Aunque pueda parecer un poco complicado, en realidad no necesitamos nada más que conocer estos tres puntos para comprobar la velocidad ADSL.
La principal diferencia de la fibra óptica respecto al ADSL es que este tipo sí vende megas reales. Es decir, si contratamos 100 MB, nos llegarán al menos 85 - 90 MB. Por lo cual, si detectamos que nuestra conexión va lenta, es bastante más evidente que tenemos un problema técnico.
Si detectamos que las páginas no cargan o el streaming se colapsa, el test de velocidad nos indicará rápidamente si estamos congestionando nuestra línea por saturación o si directamente no llegan los MB que deberían. En caso de que tengamos los megas contratados, tal vez sea hora de plantearnos aumentar la velocidad de Internet, ya que la fibra lo permite.
Con los resultados en la mano, podemos comprobar la velocidad ADSL, pero ¿cómo sé si está dentro de lo normal? Para hacernos una idea, la velocidad media española se sitúa en unos 7 MB de bajada. Lo cierto es que es muy baja, pero no hay que perder de vista que:
Por lo tanto, contar con 10 MB de bajada sería la velocidad ADSL mínima ahora mismo, ya que cuantos más aparatos conectamos, más ancho de banda se requiere. En resumen, podemos decir que:
Ojo, es importante separar el caso de la fibra óptica. En este caso si nuestra conexión va lenta tenemos un problema. De primeras, es importante hacer las pruebas pertinentes para detectar si hay un problema de red o que hay algo que chupa todos los megas. Si la velocidad que muestra el test es la contratada, algo (o alguien) está quedándose con todo el ancho de banda. Ahora, si los megas resultantes son inferiores (en una cantidad razonable, no 5 MB menos) que los contratados deberemos ponernos en contacto con la compañía para que solucionen el problema y volvamos a tener la velocidad por la que pagamos.
La conexión a Internet a través de ADSL no ofrece una velocidad estable. Es más, debemos asumir que cuando las telecos nos ofrecen conexiones de "hasta X megas" están hablando de un máximo, no de la velocidad que recibiremos siempre.
Ahora bien, ¿de qué depende que recibamos más o menos velocidad ADSL? La conexión a través de cable de cobre se ve afectada por:
Por todo ello es importante que antes de comprobar la velocidad ADSL revisemos que nuestro ordenador está conectado a través del cable de ethernet, además de evitar tener abiertos programas que ralenticen la conexión (torrents).
Es muy complicado determinar cuál es la velocidad real que recibiremos a través de la red de cobre, puesto que son muchos los factores que influyen. Pero si notamos que la conexión es muy lenta y tras comprobar la velocidad ADSL vemos que dista mucho de lo que nos ofrecieron, lo primero que debemos hacer es no perder la calma.
El mayor problema de este tipo de conexión a Internet es que no permite una velocidad real ni estable. Por lo tanto, la mejor forma de venderla es hablando de los máximos alcanzables. Aunque son muchas las familias que sí los reciben, lo habitual es encontrarse con el caso contrario. Ahora bien, ¿dónde está el mínimo legal?
Está claro que si existen condiciones adversas, la compañía poco puede hacer. Sin embargo, sí existe una velocidad ADSL mínima legal que debemos recibir. Esta cifra debe ir reflejada en el propio contrato, siendo lo más habitual entre un 10% y un 50% de lo ofrecido. Así, si contratamos 20 MB y sólo nos llegan 2 megas, estarían cumpliendo con lo establecido. Es por este motivo por el cual es interesante comprobar la velocidad ADSL desde el primer día, de modo que podamos cancelar el contrato durante el periodo de prueba.
Del mismo modo, siempre nos ayudará disponer de un contrato sin compromiso de permanencia. Es más, si la velocidad es un problema para desempeñar nuestro trabajo, tal vez lo mejor sea apostar por una conexión de fibra óptica que nos garantice una estabilidad.
Si consideramos que la compañía no está cumpliendo con su parte del contrato (ofrecer un servicio de calidad o una velocidad ADSL muy por debajo de lo "permitido") podemos poner una reclamación.
