Los préstamos con garantía hipotecaria pueden acabar con muchos problemas

Los préstamos de garantía hipotecaria se han postulado como una de las alternativas a la financiación tradicional. Sus laxos requisitos de concesión, al tener un inmueble como garantía, nos permiten solicitar dinero cumpliendo muy pocas condiciones. Además, la financiación que nos ofrecen puede llegar a alcanzar cantidades impensables para los préstamos personales, pero con garantía. Sin embargo, aprender sobre su funcionamiento es clave para sacarles el mayor partido si queremos una inyección de efectivo de tan altas cantidades. Desde la financiación para los negocios de los autónomos, hasta la reunificación de deudas, estos créditos con garantía hipotecaria tienen todo tipo de utilidades que podremos aprovechar si sabemos cómo y cuándo recurrir a ellos.

Los escasos requisitos hacen de los préstamos hipotecarios un producto atractivo

Los requerimientos de este tipo de préstamos son únicamente dos: ser mayor de edad y tener un inmueble en posesión libre de deudas. A pesar de que no requiera ingresos, hay que ser capaces de reembolsarlos. En caso de que aún estemos pagando la hipoteca de la casa, algunos de los prestamistas que se dedican a estos créditos nos permitirán conseguirlos siempre que hayamos pagado un alto porcentaje de esta hipoteca. Es el caso de SUIZAINVEST,  que nos aceptará como clientes si hemos pagado el 70 % de la hipoteca a la que está sujeto nuestro inmueble:

Como podemos comprobar, este préstamo nos concederá hasta un  35 % del valor del inmueble que pongamos como garantía, con un máximo de 300.000 euros. Es importante que siempre solicitemos la cantidad necesaria, sin excedernos, pues hará más fácil su reembolso, reduciendo el montante de las cuotas mensuales o el plazo. Además, el préstamo cuenta con un período de carencia máximo de 5 años.

La clave de estos préstamos reside en cumplir con su devolución. Es por ello que debemos estar seguros de que podremos devolverlos, a pesar de que ya nos lo haya aceptado el prestamista al que se lo solicitemos. Si no es así, no deberemos aceptar el préstamo, pues el impago de las cuotas mensuales acabaría haciendo que perdiéramos la casa o inmueble que tenemos como garantía.

Los mil y un usos de los préstamos con garantía hipotecaria

La utilidad de los créditos de garantía hipotecaria es tan variada como los clientes que acuden a ellos.  A continuación veremos un listado de las muchas finalidades de este tipo de préstamos:

• Recibir herencias. A menudo, el impuesto de Sucesiones puede privarnos de recibir la herencia que nos deja un familiar. Así les sucedió a 39.000 herederos el año pasado, según afirma el Consejo General de Notariado. Sin embargo, con un préstamo con garantía hipotecaria, podremos utilizar la casa heredada como garantía para recibir la financiación suficiente para pagar este impuesto.
• Reunificación de deudas, consiguiendo pagar menos mensualmente al amortizar las deudas de un préstamo y de las tarjetas de crédito con el dinero de este préstamo y, de este modo, pagar sólo la devolución de este. Esto aumentaría el tiempo que estaríamos pagando, pero reduciría la cuota mensual drásticamente.
• Lanzar nuestro negocio o ampliar uno que ya esté en marcha. Es uno de financiación sin nómina a los que más recurren los autónomos. Para esta utilidad, el inmueble de la garantía suele ser el del propio negocio o el almacén de este.
• Conseguir financiación a pesar de aparecer en un fichero de impagos. En caso de aparecer en listas como ASNEF, podremos conseguir una cantidad impensable para cualquier finalidad.
• Parar embargos que aún no hayan superado la fecha de vencimiento. Si nuestro inmueble está a punto de ser embargado, es posible paralizar ese trámite si conseguimos un préstamo hipotecario y lo utilizamos para saldar la deuda que pendía sobre el inmueble.

Además de todo esto, al tratarse de un préstamo que sólo requiere un inmueble como garantía, podremos obtenerlo sin necesidad de tener nómina, ya seamos autónomos, pensionistas o personas que reciben la prestación por desempleo.